• martes, 13 de mayo de 2025
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Que Bildu hable de ‘Apartheid’ sería divertido si no fuera por el sufrimiento que lleva esa amarga historia racial que sufrieron hace bien poco en el sur de África. Un partido que arrastra en sus filas y en sus simpatizantes a los mayores segregadores de Navarra se atreve encima a tildar de facha a quién no piensa como ellos. Una desfachatez más que en realidad nos tomamos como halago quienes sufrimos sus supuestos insultos.

Vivo en una urbanización a las afueras de una ciudad llena de cemento y hormigón.

De nuevo se abre el debate tras las declaraciones de Ferran Adrià pidiendo que los restaurantes cobren por sus reservas al igual que lo hacen los hoteles. Y por enésima vez consecutiva vuelve el encendido debate en las redes sociales.

Escuchamos con Pedro Fernandez Razkin, el cantante de la banda, el esperado nuevo trabajo de La Fuga. Disco que avecina una de las giras más importantes del rock patrio. Repasamos también algunos de los grandes momentos del grupo. Sin duda, el 2018, será el año de La Fuga. Al tiempo.

La desertificación en la península avanza, vivimos la peor sequía desde 1995 con los pantanos al 37% de su capacidad. Esta aridez hídrica coexiste con otra de tipo político.

El Gobierno de Navarra ha optado por la vía fácil y por copiar las iniciativas que ellos son incapaces de crear, tal vez por falta de talento o tal vez por falta de experiencia, pero en lo de coger los temas de otros no tienen competencia. Esta semana han sacado un anteproyecto de Ley que parte por dos una ley anterior y no aportan mucho más. Una más de las iniciativas de otros que, votándolas en contra, asumen como propias y alardean de creativos. Todo esto tiene un nombre, y se suelen pedir derechos de autor.

Se empeñó en esconder el dinero en el trastero. Renegaba de ingresarlo en las fauces de la sucursal bancaria y el colchón tampoco le transmitía confianza, al ocuparlo a medias con su desavenida esposa. No eran 5.000 euros, eran sus 5.000 euros.

El Gobierno de Navarra nos ha tenido dos años entretenidos con la elaboración de planes y con una falsa apariencia de participación palpablemente inexistente. Pero ahora, cuando esos planes ya se han redactado y con el coste que ha tenido ¿Qué? ¿Qué hacen con ellos? Pasar de la teoría a la acción es lo que marca la diferencia y calidad del gestor, y de momento solo sabemos que este Gobierno sabe escribir, pero nada más.

Las tres sesiones vespertinas diarias en los Cines Sacristán menguaron al no llenarse el cajón.

Le quitamos el plástico al nuevo disco de El Desván. Diez canciones teñidas en armonías y melodías amables al cobijo de batería y ritmo contundentes.
​Gabriel Gainza, voz principal y guitarra.
Juanra Alduán, Batería.
Daniel Calazans, Guitarra solista.
Dani Cifuentes, Bajo.
Con la producción de Kolibrí Díaz (Marea).

Llegada una nueva reforma fiscal al Parlamento de Navarra, resulta que a ninguno de los miembros del cuatripartito que gobierna Navarra -y que ha traído esta reforma- les gusta ¿Entonces? ¿Para qué la traen? Es el vivo ejemplo de la parálisis que sufre una administración cuándo hay que contentar a tanta gente y tan diversa, que al final no se contenta a nadie y lo pagan los de siempre.

En unos momentos difíciles para todos, en los que la prudencia y el sosiego deberían ser el denominador común de toda la clase política, en Navarra opina hasta el apuntador sin tener el más mínimo respeto por el estado de derecho que nos ampara al conjunto de la ciudadanía. Una imprudencia a sabiendas e interesada.

Solía tomar las decisiones con determinación salvo ante medidas complejas, que le obligaban a recurrir al pretérito consejo que recibió de un catedrático.

Esta semana se ha celebrado en el Parlamento de Navarra el Debate sobre el Estado de la Comunidad Foral, y hemos asistido, un año más, a un espacio del marketing y de la publicidad del Gobierno de Navarra, que a su vez se ve escasamente enriquecido por el resto de grupos. En mi opinión, esta no es la política que merecen los navarros

Durante la II Republica no se celebró ningún referéndum a nivel nacional -ni siquiera para sancionar la Constitución-, sólo se celebraron tres de carácter estatutario autonomista en: Cataluña (1931), el País Vasco (1933) y Galicia (1936). 

El otro día encontré en lo alto de un armario un periódico de los que ya no sirven ni para envolver pescado... De aspecto amarillento y rancio, sus hojas crujían como patatas fritas y la información resultaba más que arcaica.

Los gurús más lúcidos proponen acabar con los populismos, las religiones y las fronteras pero no ofrecen una alternativa concreta a las necesidades profundas del ser humano

Tanto las cartas como las localizaciones y personajes que en esta historia se dan cita pudieran ser veraces. Las encontré por puro azar. Tras su lectura me tomé la libertad de adaptar su lenguaje al castellano contemporáneo.

En el Parlamento de Navarra, aquel que tiene una dirección tan peculiar, se celebran minutos de silencio y recogimiento con la mayor de las causas justificadas. Sin embargo, últimamente se están multiplicando en número y cuantía otros que desvirtuan esta acción y sitúan a nuestra Cámara al borde del ridículo, si es que no lo ha traspasado ya.

La semana pasada, después de recibir un par de malas noticias de distinta importancia, fui a un bar a sellar una bonoloto con la intención de cambiar mi suerte y, de esta forma, aparcar mi crispación.

El director Fernando Franco vuelve a tocar temas de calado con delicadeza, en un retrato sencillo y por tanto hondo del preduelo.

El nacionalismo no sé, pero el totalitarismo sí se cura viajando: alguien debería recordárselo a Puigdemont antes de que llegue al punto de no retorno.