- martes, 06 de mayo de 2025
- Actualizado 20:04
Produce una enorme tranquilidad observar a nuestros políticos jugar con el ábaco, encerrados con el juguete de la aritmética, tanto en Madrid como en Barcelona, calculando con cuántos diputados pueden joder al contrincante, porque eso es una señal inequívoca de que ya están resueltos los problemas que nos preocupan a la mayoría de los españoles: el paro, la crisis y el terrorismo yihadista.
Tras el repudio de la CUP a apoyar su investidura, si su presencia en la vida política estuviera regida por criterios de dignidad, a estas horas, el ciudadano Artur Mas ya habría anunciado nuevas elecciones en Cataluña renunciando a presentarse como candidato a presidir la "Generalitat".
La defensa del expresidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol Soley, ha asegurado que el patrimonio familiar de su cliente no tiene ninguna "conexión" con un ejercicio "desviado o torcido" de la gestión pública, por lo que su incriminación por un presunto delito continuado de blanqueo de capitales carece de fundamento.
En el PSOE están ofreciendo a los españoles un espectáculo que linda con el esperpento y que produce el insólito efecto, entre otros, de conseguir que casi nos olvidemos de la situación realmente agónica del PP, cuya salida es inexistente si no es con nuevas elecciones generales, de las que podría salir favorecido gracias a la estupidez socialista.
Vi a aquellos jóvenes que gritaban y se quejaban. En la tele y en directo; en Sol. Todo un mosaico. El movimiento del 15 M supo a gloria. Gloria porque es la primera generación de veinteañeros que, en mucho tiempo, dedica una parte de su tiempo, dinero, intelecto y mala leche a remangarse e intentar dar una buena coz al poder.