- martes, 06 de mayo de 2025
- Actualizado 20:04
Dos personas tan lúcidas como Miquel Iceta (PSC), en el campo de la política, y Juan José Toharia, en el de las Ciencias Sociales, se sumaron este fin de semana al coro de voces que claman por un diálogo eficiente entre los partidos políticos ante el reto de la inestabilidad, cuya expresión más visible, aquí y ahora, sería una repetición de las elecciones generales por falta de entendimiento en el intento de formar una mayoría de gobierno para la incierta Legislatura que acaba de nacer.
Resulta comprensible que la foto de una Infanta de España sentada en el banquillo de los acusados concite un lógico interés mediático porque todos los segmentos de la población esperaban este día; unos para ver si se aplicaba la doctrina Botín y otros para discutir el modelo que podría llevar para la ocasión la encausada.
Quien, como yo mismo, pasó la tarde y parte de la noche del domingo contemplando la sesión del Parlament catalán en la que, de urgencia, se invistió a Carles Puigdemont como nuevo -y sorprendente- president de la Generalitat, sin duda que, fuese el espectador independentista o no, acabó con un nudo en el estómago.
Se acaban de cerrar los cuatro años del gobierno del PP y en materia de empleo hay que decir que, a pesar de que aún hay cuatro millones de personas que no han logrado encontrar un empleo, se ha conseguido mejorar el registro que había dejado el Ejecutivo de Zapatero a finales de 2011.