- martes, 06 de mayo de 2025
- Actualizado 19:08
En 1797 François Babeuf, en plena revolución francesa decidió fundar una organización revolucionaria inspirada en varios filósofos de pensamiento socialista que consistía en conseguir la igualdad absoluta mucho antes que Marx y Lenin; Los neocom -Podemos, Bildu e IE- no los incluyo pues su ideología se resume en pedir que te sirvan lo que no quieres ganar con trabajo y esfuerzo.
Desde el sentido común, el no apasionamiento, la creencia más o menos firme -sólo más o menos- de que todos deben pensar que lo mejor para el país es la solución que ofrecen y de que les importa más el conjunto de los ciudadanos que sus propias vanidades, desde todos esos puntos de vista, no resulta nada fácil entender qué está pasando y cuál es el futuro que nos espera.
En España, los resultados electorales del 20-D han propiciado el establecimiento de una política espectáculo, en un show televisado en directo y continuo donde sus participantes no piensan en la solución de los problemas de los ciudadanos sino en el ranking que pretenden en sus apariciones públicas.
Leo que algunos constitucionalistas critican al Rey por convocar, tras la renuncia de Rajoy a ser investido ahora, una segunda ronda de consultas en busca de una solución para formar un Gobierno estable para España, que evite la repetición de las elecciones, algo que es visto como una catástrofe por todos. Menos, dicen algunas lenguas de doble filo, por uno (sí, Podemos).
Se tenía tan asumido que el Congreso de los Diputados era poco más que un elemento decorativo, parte del atrezo de una democracia supuesta más que real, o bien un sitio donde 350 ciudadanos hallaban una confortable y bien remunerada colocación, que el descubrimiento de que puede y debe servir para otra cosa, para hacer política sin ir más lejos, se interpreta por algunos como un anuncio del Apocalipsis, y ello sin necesidad de que el profeta Elías, el anunciador oficial, haya obtenido el acta de diputado.