Independientemente de los chistes fáciles que a cada uno de ustedes se les puedan ocurrir al leer este titular, lo cierto es que diseñadores norteamericanos de fama mundial como Donna Karan, Calvin Klein, Diane von Furstenberg, Michael Kors, o Marc Jacobs, entre otros muchos, ya han anunciado que no piensan encargarse de la vestimenta de Melania.
Una vez sabido que el nuevo presidente norteamericano, Donald Trump, no dará patadas al tablero, a pesar del agresivo populismo desplegado durante la campaña electoral, los directivos de las aproximadamente setecientas empresas españolas instaladas en los EE. UU., (ojo, las instaladas en aquel país, en aquel mercado interior, no confundir con las que exportan bienes o servicios, que son muchas más) han respirado más aliviadas.
Para los españoles, y para el conjunto de los europeos, la cosa está clara: una victoria de Trump en las elecciones norteamericanas, que ese personaje tan atípico, por decirlo de manera elegante, se convirtiese en el presidente de los Estados Unidos, sería una auténtica catástrofe para el país, para el continente, para el mundo.
Hace tan solo una semana las encuestas auguraban que Hillary Clinton sacaba unos cuantos puntos de ventaja a Donald Trump, pero en política como en otros ámbitos de la vida no se puede dar nada por seguro porque lo mismo te aparece el Director del FBI y te manda al furgón de cola.