- viernes, 04 de julio de 2025
- Actualizado 11:24
Para los españoles, y para el conjunto de los europeos, la cosa está clara: una victoria de Trump en las elecciones norteamericanas, que ese personaje tan atípico, por decirlo de manera elegante, se convirtiese en el presidente de los Estados Unidos, sería una auténtica catástrofe para el país, para el continente, para el mundo.
Hace tan solo una semana las encuestas auguraban que Hillary Clinton sacaba unos cuantos puntos de ventaja a Donald Trump, pero en política como en otros ámbitos de la vida no se puede dar nada por seguro porque lo mismo te aparece el Director del FBI y te manda al furgón de cola.
Que Hillary Clinton pueda llegar a la Casa Blanca debería ser motivo de alegría no solo para todos los demócratas, americanos o no, también y muy especialmente para las mujeres por lo que tiene novedoso y de ejemplo para todas aquellas que aspiran a puestos de gran responsabilidad política.
De lo que está ocurriendo en Oriente Próximo dan fe las imágenes demoledoras que nos llegan a diario a través de los distintos medios de comunicación, y en las que se pueden ver inmensas filas de sirios, de todas las edades, intentando llegar a pie desde Grecia e Italia a Alemania, no sin antes haber atravesado Serbia, Hungría y Eslovaquia y Austria.