Alberto Sánchez es un pamplonés de 43 años que a finales de 2023 decidió apostar por "una locura" y hacerse cargo de un centro de entretenimiento que no se podía disfrutar en Pamplona desde hace más de dos décadas. Desde joven, trabajó como camarero, y decidió ser autónomo hace 15 años.
Al principio, gestionaba él todo, pero hace unos meses, "fichó" a Marina Ortiz, que lleva el restaurante, y lo ha renovado por completo atrayendo cada día a más clientes con sus creaciones. Es una mujer ucraniana de 39 años, que lleva ya 20 viviendo en la comunidad foral. Regentó diversos bares en pueblos de Navarra antes de aceptar el reto de llevar un restaurante que trabaja junto a un centro de láser.
Se trata de Aliados Láser Tag Pamplona, y está situado en la calle de Francisco Bergamín número 53. Desde que cerró el conocido Q-ZAR de la Avenida Sancho el Fuerte, que causó furor en los años 90, se ha convertido en el único centro de láser de Pamplona.
Es un establecimiento que está muy cerca de otros que hemos conocido en esta sección de comercio local, como la Growleria, que ganó el premio a la mejor hamburguesería de Navarra de 2024 en el prestigioso concurso Burger Showdown, o el restaurante Santa Chula, con el mejor taco de Navarra y uno de los 10 mejores de España.
En él, disponen de equipos de última generación para ofrecer al cliente la mejor diversión. El Láser Tag es sencillo. Se trata de un juego de estrategia en el que los participantes usan pistolas de luz infrarroja para alcanzar a otros jugadores. El mínimo recomendable para jugar es a partir de 6 personas, y son 2 partidas consecutivas.
En la página web de Aliados explican el funcionamiento del juego paso a paso. Se enfrentan dos equipos utilizando una pistola especial cada uno, el objetivo es alcanzar a los oponentes para conseguir puntos.
El escenario es un laberinto de 200 metros cuadraros y ambientado, dónde hay diferentes elementos para esconderse y las sesiones duran 20 minutos. La edad mínima para jugar es de 8 años. El precio es 10€, y existe la posibilidad de reservar el laberinto completo por 50€ adicionales.
Además, este centro también dispone de un bar restaurante en el que se puede reponer fuerzas después de una partida. Desde hace unos meses, Marina Ortiz es la encargada de gestionarlo. "Antes, como apenas tenía tiempo, hacía una comida más industrial. Ahora, Marina, junto a su pareja, hacen una cocina más casera, más tradicional. Hemos ganado en calidad y en servicio", asegura Alberto Sánchez.
Y es que el bar restaurante Aliados se ha convertido en un lugar habitual para muchos clientes, que disfrutan tanto de su amplia terraza al sol, como de los exquisitos platos que elaboran. "Nuestro trabajo ahora es demostrar que ofrecemos el pack completo: láser tag y bar restaurante, porque, como llevamos poco tiempo, muchos no lo saben", expresa Marina Ortiz.
Lo que más destaca de su gastronomía es el picoteo. Desde sus exquisitas patatas bravas, por 6,50€, hasta sus nachos, que cuestan 14,40€. O sus alitas a baja temperatura. Su precio es 12€. Todos ellos son caseros y una gran opción para degustar después de una entretenida partida. Al igual que su variedad de ensaladas.
Pero si hay algo que desde el restaurante consideran "obligatorios" son sus tacos de gambón, que cuestan 14€, y su cachopo gourmet angus acompañado de patatas caseras, por 19€. Últimamente, están ganando protagonismo, además, sus focaccias gigantes de alrededor de 1 kilo y medio. Su sabor es exquisito, y se pueden compartir entre 4 y 6 personas. Cuestan 39€, y tienen intención de realizar desafíos con ellas pronto.
Y por si fuera poco, en Aliados también se pueden encontrar hamburguesas. La de chuletón o la de ternera ahumada son las más destacadas. Su precio ronda los 15€. Y también bocadillos. Desde el local, recomiendan el de rabas con alioli, jamón de bellota y pimientos asados, y también el de pollo crujiente, cubierto de panceta ibérica, manzana caramelizada y queso de oveja curado. Todos van desde 10 hasta 12€.
Para finalizar la comida, no hay mejor forma de hacerlo que con sus postres caseros. Tanto su carrot cake como su 'cristal chocotella' (pan de cristal crujiente, Nutella casera derretida y avellanas caramelizadas y un toque de sal sal Maldon, todo acompañado de trufa de chocolate blanco) por 7 y 6,50€ son la opción ideal para acabar con un toque dulce.
"La idea de la comida es que sea estilo street-food. Es decir, comida rápida, urbana, pero con producto de calidad. Tenemos proveedores muy buenos, y luego nosotros elaboramos el producto mucho, y la mayor parte de lo que ofrecemos en la carta es casero, desde las salsas, los cachopos o las burgers hasta los postres", expresa la encargada del restaurante.
De esta forma, el centro de Láser Tag Aliados, junto a su restaurante, se ha convertido en un plan muy divertido y completo para todas aquellas personas que quieren disfrutar de una experiencia diferente. Suelen trabajar de forma conjunta. Como, por ejemplo, en eventos, cumpleaños, y también en team buildings de empresas o colegios.
"En muchas ocasiones, vienen padres a traer a sus hijos y piensan que la cosa no va con ellos y es más para críos. Sin embargo, cuando lo prueban suelen repetir y acaban viniendo a los días con amigos o compañeros de trabajo", expresa Alberto Sánchez.
Los propietarios de Aliados se muestran muy contentos con la aceptación que está teniendo desde su fusión hace unos meses. "Está funcionando muy bien. La gente sale muy contenta y el feedback es buenísimo", expresa Alberto Sánchez. "A la gente la está gustando la experiencia conjunta, jugar y comer. Y también el ambiente que intentamos proporcionar entre el equipo de Alberto y el mío", le sigue Marina Ortiz.
"Podríamos decir que es una experiencia única. En el tema del láser, no tenemos competencia en Navarra. En cuanto al restaurante, sí que hay más oferta, pero en el punto en el que lo han enfocado Marina y su equipo, también creo que se diferencia. Y no es por tirar a casa, pero me parece un pack y una experiencia muy completa. Eso es lo que está gustando tanto a los clientes", concluye Alberto Sánchez.
