El caso es que Montagu no ha pasado inadvertido para los influencers gastronómicos de la comunidad foral, que no han perdido la oportunidad de recoger en sus redes su experiencia con los sándwiches.
El último vídeo, publicado en Tik Tok por Bigbitepamplona acumula ya más de 200.000 visualizaciones en toda España y docenas de comentarios de personas a los que, tras verlo, les ha entrado el antojo de probar las creaciones de Carlos Jordán.
La cuestión es que no hablamos de un simple sándwich; sino de un señor sándwich; y casi que habría que escribirlo con mayúsculas.
Su nombre es Coquelete, es la estrella de la carta, sin duda, y uno de los más demandados con un sabor inigualable entre otros sándwiches premium o gourmet, como se le prefiera llamar. Y es que Montagu ha conseguido presentar de un modo innovador "dentro de un mercado ya muy saturado" una nueva forma de entender la cocina de autor, pero entre pan.
Podría parecer que el sándwich es un producto que se hace con desgana "como cuando uno no sabe qué prepararse para cenar", dice Jordán, pero en Montagu es todo lo contrario, los sándwiches llevan un proceso de elaboración en cocina.
"Utilizamos sólo pollo de corral de mi granja. Lo asamos al horno con una mezcla de especias y limón, como primer paso", repasa la receta. Una vez asado, lo desmigan poniendo mucho cuidado en que no se cuele ningún hueso y mezclan los jugos del asado con la carne desmigada.
A continuación se hace una parmentier de patata de sabor intenso, con trufas selectas y una salsa holandesa "hecha al estilo tradicional, a mano, batiendo las yemas de huevo con las barillas y añadiéndole mantequilla de primera calidad".
Ya sólo falta el montaje del sándwich. Se toma el pan, que por cierto, elabora en San Sebastián Joseba Arguiñano, el hijo del televisivo cocinero vasco. "El truco es darle el punto tostado exacto, ni muy poco, ni demasiado", explica Jordán. "Le untamos a cada parte interna del pan la parmentier de patata trufada, le colocamos el pollo asado caliente y le añadimos varias lonchas de jamón de York y queso gouda fundido", y se sirve con una guarnición de verduras fritas "que son mucho más sanas que las patatas", y con un pequeño bol de salsa holandesa para untar.
Sencillo, pero delicioso, y desde luego, jugoso y sabroso. El Coquelete no sólo está triunfando por su sabor, sino también por su contundencia.
"Hay mucha gente que llega a Montagu pensando que se va a comer un sándwich como el de los cumpleaños de los niños", y no tienen nada que ver. En cada plato se sirve casi medio kilo de comida entre el sándwich, la guarnición y la salsa, de manera que es difícil decir que alguien ha salido con hambre de Montagu", subraya el hostelero.
El Coquelete es el más famoso, seguido muy de cerca por el Patty Melt; pero en Montagu se pueden degustar otros sándwiches de nombres sugerentes y materias primas de primera calidad. Llama la atención el Croque Madame, que es un cruapán con jamón cocido, queso gouda, salsa mornay y huevo campero; el de pastrami con mostaza suave, queso gouda y pepinillos encurtidos; o el Pegalabios; elaborado a base de carrillera de cerdo, lombarda, y una mezcla de queso gouda y queso de Roncal para chuparse los dedos.
Sin duda, una experiencia distinta, deliciosa y contundente para comer o cenar en plena calle Estafeta.
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