Manolo Mazo Aizaguirre de 68 años ha cerrado su tienda en Pamplona desde hace unos meses, el pasado 24 de junio. Llevaba más de un año anunciando el traspaso o venta de la misma, pero no ha habido forma de que el negocio continuara.
Se trata de la carnicería Manolo Mazo, que está situada en la calle Pedro I bajo en el barrio de Iturrama. Está muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en este apartado de comercio local en la capital navarra.
Como es el caso, por ejemplo, del bar Ispa Neo Taberna de Felipe y Joana, o la frutería Loli que desde octubre dirigen Corneliu y Mikel tomando el relevo a una tienda muy querida en el barrio.
Manolo Mazo junto a su mujer Eloisa Vega organizaron recientemente una cena en el Txoko de los carniceros en Pamplona, a la que invitaron a los antiguos clientes para despedir sus más de 50 años de vida laboral. El propio Manolo les dedicó unas palabras a los postres.
"Me da mucha pena. Es una tristeza pasar delante y verla cerrada", asegura. "Esta carnicería la cogí cuando llevaba ya siete años funcionando en 1987 y de eso ya se cumplen 37 años, pero llevaba 18 años antes también trabajando de carnicero. En total llevo 54 años, desde el mes de octubre de 1970", señala Manolo Mazo.
En general, el problema de los comercios es el relevo: "Quizá es que son muchas horas, aunque puedes estar menos si quieres, pero el negocio funciona. Con él he pagado la carnicería, mi vivienda y mis hijos han estudiado. Ahora trabajan en lo que han estudiado".
El oficio y la sociedad han cambiado mucho desde hace 53 años: "Si en el primer mostrador que ayudé a montar pusiese lo de ahora... no tendría nada que ver. Ni la forma de vender ni nada. Era otro momento. Ahora la forma de vivir ha cambiado", señala el carnicero.
Manolo Mazo explica: "Lo que ha evolucionado mucho son los elaborados para un sector de edad joven, mientras que otros más mayores prefieren la carne al estilo tradicional para sus guisos y sus asados. Ahora lo que pide la gente joven es rapidez y es lo que hemos intentado darles".
"No echo de menos el trabajo, pero sí a la gente. Me gustaba mucho el trato con el público. Son 38 años de mi vida y me da pena que se haya cerrado". No obstante, ahora descansa en las fechas de Navidad: "Antes no superaba los nervios en estas fechas con los pedidos, el quedar bien con todos los clientes. Era un mal dormir y un agobio", indica Manolo.
Ahora dispone de todo el tiempo para disfrutar de su familia: "Cuando me has llamado estaba en el gimnasio. Me he apuntado a la Universidad. Este verano estuve de viaje en Escocia con mis dos hijos, Manuel y Jezabel, y disfruto de mis nietos", asegura.
Manolo Mazo ganó en 2017 el primer premio en el concurso de maduración de carne del consejo regulador de la IGP Ternera de Navarra, y fue segundo en 2022. En el año 2015 obtuvo el tercer premio en el concurso navarro de chistorra que organiza el gremio de carniceros de Navarra.
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