Iurre Calixto Aizpeolea, de Tolosa, y Diego Almandoz García, nacido en la capital navarra, son una pareja de 49 años de edad que hace algo más de dos años decidieron iniciarse en un nuevo proyecto. Para ello, adquirieron una heladería que se inauguró en el año 1986.
Hacerse con un local muy reconocido durante muchos años no es una tarea fácil. "Al principio, fue duro. Al llevar tanto tiempo abierta la heladería, el cambio no fue fácil", reconoce la copropietaria. Sin embargo, trabajando juntos, Iurre Calixto, que se dedicaba a la gestión y administración, y Diego Almandoz, hostelero, lograron hacerle frente.
Se trata de la heladería Lerma, situada en el Paseo de la Inmaculada, número 38, en Estella. Es un establecimiento que está cerca de otros que hemos visto en esta sección de comercio local, como la tienda de arreglos de ropa 'Los Retokes', que busca relevo o la nueva cafetería Santiago.
Para poder sobreponerse al cambio, en Lerma decidieron hacerse fuertes en su producto estrella: los helados. El local ofrece más de una veintena de sabores distintos, alternando los más tradicionales (yogur, vainilla, nata o chocolate) con otros más novedosos (kinder, queso con melocotón o chocolate con naranja).
La pareja ofrece también batidos, granizados y cafés con helado. Además, han añadido recientemente a la carta vasos de tiramisú. De esta forma, consiguen mantener a los clientes habituales y atraer a nuevos. En especial, pensando también en el público joven.
Para ello, y para mantener la heladería abierta durante todo el año y no solo unos meses, ofrecen productos calientes. Sus churros con chocolate se han convertido en un dulce tradicional para amenizar las tardes de frío en Estella.
Además, en la heladería se pueden encontrar los novedosos bubble waffles. Son gofres con burbujas que se pueden rellenar de helado y también de toppings como chocolate, nata, fresas, kinder bueno, oreo o lacasitos, entre muchos otros. "Es un dulce que está muy de moda últimamente. Es verdad que la mayoría de la gente que lo pide es joven. Pero también hay gente de mi edad que quiere darse el capricho y los prueba", explica Iurre Calixto.
De esta forma, Lerma consigue alrededor de su producto estrella mantener el nivel y los clientes durante todo el año, y lo hace introduciendo novedades en su carta de manera constante. "Tanto a Diego como a mí nos encanta hacer cosas nuevas y tratar de mejorar día a día. Esa frescura y no tener miedo a probar cosas es lo que nos define", expresa la copropietaria.
La heladería, además, introduce estos cambios en su carta empleando siempre productos de kilómetro cero. De esta manera, en Lerma se promueve el comercio local y la sostenibilidad.
Lo que más destaca Iurre Calixto de su trabajo es el trato con los clientes. "A mí me gusta estar siempre de cara al público. Lo bueno de una ciudad pequeña es que conoces a muchos de sus habitantes, y cuando vienen a la tienda es un gusto poder conversar sobre cualquier cosa con ellos. No nací aquí, pero ya soy una habitante más", ríe.
"Aparte de ser una heladería, que es lo que nos define, también ofrecemos gran variedad de dulces según la época del año pensando en nuestros clientes y en lo que les puede gustar", explica la tolosana. De hecho, sus expectativas de futuro tienen que ver con estos clientes. "Nuestra intención es seguir ofreciendo productos nuevos con ilusión, y que a la gente les guste y respondan", expresa.
La pareja siempre ha intentado que su heladería sea algo más que solo un comercio. También han querido sumar en el ámbito social. De hecho, desde que la ciudad de Valencia sufrió la DANA, la tienda se centró en ofrecer su ayuda. El influencer Álvaro Urra (@urrapetito) gestionó la recogida de material en la heladería. Y, varias semanas después, la tienda continúa enviando elementos necesarios a Valencia.
