El casco viejo de Pamplona se ha convertido en una zona de ocio durante los fines de semana, y más con el buen tiempo y la cercanía del verano que anima a los clientes a disfrutar de las terrazas y de las zonas peatonales.
Por eso destaca la presencia de otro tipo de negocios que también abren sus puertas, incluso los fines de semana, en el mismo casco viejo. Es el caso de la tienda de alimentación Galindo hermanos Larreta que está situada en la calle San Agustín 18, dirigida por los hermanos Fernando y Sergio Larreta.
Está muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en esta sección de comercio local en la capital navarra, como es el caso del bar Casa Jesús Mari que ha cumplido 25 años con los bocatas más famosos de la ciudad, o la reapertura de la tienda Abén de Maribel Villafranca en la calle Curia 6.
La tienda de ultramarinos alimentación Galindo hermanos Larreta abre incluso los sábados por la tarde, en busca del cliente que se acerca al casco viejo. Se trata de una tienda centenaria que abrió sus puertas en 1903. Tras la jubilación de los últimos propietarios, Pedro Larreta se hizo con ella y ahora trabajan sus dos hijos Sergio y Fernando.
Guardan mucho cariño al homenaje que les hicieron los vecinos del barrio a finales de agosto de 2018, durante las fiestas de las calle Calderería y San Agustín. El motivo fue ser el segundo local más antiguo abierto, solo por detrás de la carnicería Goñi.
El verdadero mérito de la familia Larreta es seguir adelante con la tienda después de 27 años, ya que cogieron el negocio en 1997. Sergio Larreta López tiene 49 años y desde los 22 trabaja en la tienda de la familia.
"Bien. Seguimos luchando. De cuando empecé a la actualidad ha cambiado todo muchísimo. Los precios han subido mucho y los negocios en esta zona han bajado mucho. Han abierto varios supermercados más que antes no había en esta zona. Podemos competir con la calidad, pero no con sus precios y la gente mira lo más económico", aseguran.
"Podemos competir con el trato cercano con los vecinos donde hablas con ellos de cualquier cosa y buscando un producto que la gente me lo pida. Sobre todo vendo fruta y pan, pero antes vendías igual cien barras y ahora el pan lo venden en muchos sitios del barrio.
En cuanto a los clientes, viene gente de todas las edades. Aquí vive gente mayor y a veces son los hijos los que le llevan la compra. Nosotros incluso se la llevamos también a casa a los clientes que por algún problema no pueden venir. Es un servicio que no da un supermercado".
Anuncian en un cartel que solo admiten pagos en metálico: "Anteriormente tuve para pagar con tarjeta, pero por cada operación que hago me cobran un porcentaje y si me compran media barra de pan, una zanahoria o dos patatas... Antes puse un mínimo para pagar con tarjeta pero la gente se quejaba y a mi no me compensa", explican sobre las dificultades de implantar el cobro electrónico.
Como ultramarinos "quedamos muy pocos en el casco viejo. Este local lleva camino de los 125 años. Nosotros se lo cogimos a Ángel Galindo, de ahí que se mantenga el nombre de Galindo en el cartel de la tienda. Siempre ha sido una tienda de alimentación. Sobrevivimos muy justo. Para pagar los gastos y poco más", concluye Sergio Larreta.
Pedro Larreta, padre de Sergio, tiene 75 años y ya está jubilado. Señala dos graves problemas para el pequeño comercio en el casco viejo: "Las grandes superficies están obligando a cerrar. En Sanfermines subsistimos a base de horas y el Ayuntamiento debería controlar más los alquileres de licencias exprés, y ya no hablo de control sanitario", concluye.
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