Osasuna y Real Madrid jugarán este 6 de mayo una final inédita de la Copa del Rey en el estadio sevillano de La Cartuja. La rivalidad persiste hoy en día, más entre los aficionados que en el terreno de juego, pero lejos de las broncas que hubo a finales de los años 80 y 90.
Los rojillos de Jagoba Arrasate han coseguido plaza en la final eliminando a tres equipos de primera división: Real Betis en el Benito Villamarín, Sevilla CF en El Sadar y Athletic Club a doble partido.
Los partidos entre Osasuna y Real Madrid han sido tensos en numerosas ocasiones. La grada de El Sadar ha apretado lo suyo en choques muy duros, y las visitas al Bernabéu también han provocado lanzamientos de objetos a la portería navarra.
La rivalidad entre los dos equipos llegó a su máxima expresión cuando el árbitro canario Socorro González decidió suspender el partido Osasuna - Real Madrid de la temporada 1988-89 con 1-0 a favor de los rojillos, gol de Pizo Gómez, el 28 de enero por graves incidentes en el estadio de El Sadar.
El árbitro manifestó tras la suspensión del choque: “En el minuto 43 le dije al delegado de campo que el encuentro no podía continuar. Yo a Buyo en todo momento le pedí calma para ver si se podía finalizar la primera parte, pero era imposible seguir por ‘el continuo lanzamiento de objetos. Lo que pueda ocurrir de aquí en adelante es cosa del Comité de Competición.
El acta del partido decía lo siguiente: “Durante el transcurso de la primera parte y hasta el minuto 42 fueron lanzados objetos (monedas, plátanos, manzanas y un pequeño cilindro metálico) al terreno de juego casi de manera ininterrumpida sobre la portería del Real Madrid, así como también algunos cohetes, alcanzando al jugador del Real Madrid, Francisco Buyo Sánchez.
“Habiendo hecho tres advertencias al delegado de campo y advirtiendo al público tanto por la megafonía como por los marcadores electrónicos y persistiendo el citado lanzamiento me vi obligado a suspender el encuentro en el citado minuto 43, siendo el resultado C.A. Osasuna 1 -Real Madrid 0”.
El delegado de campo de Osasuna, Daniel Zariquiegui, manifestó a los periodistas que el partido estaba bien suspendido, lo que provocó protestas de aficionados y de socios, que incluso pidieron en una asamblea que fuera relevado de su puesto. Pese a la polémica, Fermín Ezcurra le mantuvo en su puesto.
“Yo esto no lo había visto en mi vida. Y todo me parece mal porque se trataba de un encuentro que lo habíamos encarrilado, que lo ganábamos con normalidad, que no había producido incidente alguno en el terreno, ni tarjeta alguna. Como aficionado puedo decir que nos merecemos esto. No hay derecho...”, aseguró Zariquiegui.
Osasuna fue sancionado con tres partidos de suspensión de El Sadar, que tuvo que jugar en el estadio de Mendizorroza de Vitoria ante el Valladolid, Murcia y en la Copa ante el Celta. Además, jugó a puerta cerrada en Zaragoza los 47 minutos que faltaban ante el Real Madrid.
El encuentro se reanudó más de tres meses después, el 3 de mayo, en el estadio de La Romareda de Zaragoza, a puerta cerrada, desde el minuto 43. Hugo Sánchez marcó el tanto del empate a cinco minutos del final de falta directa, tras pegar el balón en el larguero y botar en la línea de gol.
Las quejas tras el 1-1 fueron de Osasuna con un arbitraje desafortunado. El entrenador de Osasuna, Pedro Mari Zabalza, manifestó lo siguiente: “La agresión de Chendo ha sido una jugada bastante clara y creo que hasta el árbitro ha hecho mención de sacar una tarjeta pero se ha arrepentido. La falta de Buyo sobre Bustingorri creo que ha sido penalti pero es difícil ser árbitro y hay que estar ahí”.
El mencionado Bustingorri, señaló tras el encuentro: “Me ha salido Buyo, he intentado díblarle, me ha trabado con las manos, e incluso, me ha agarrado la pierna. Penalti claro. Hay cosas que no se pueden negar".
"La presión del público no le habrá dejado pitar al árbitro... Me ha sorprendido cómo en tanto tiempo se ha equivocado tantas veces. El Madrid ha intentado descentrarnos. No es una cosa nueva, siempre ocurre. La pena es que se han llevado un punto”, dijo Bustingorri.
Por Osasuna jugó el siguiente once titular: Roberto, De Luis, Pepín, Castañeda, Merino, Martín González, Bustingorri, Sola, Arozarena, Pizo Gómez y Roberto Elvira.
Por el Real Madrid que entrenaba Leo Bennhaker: Buyo, Chendo, Sanchís, Gallego, Esteban, Michel, Schuster, Martín Vázquez, Gordillo, Butragueño y Hugo Sánchez.
