PAMPLONA
Apartamentos de 50 m2 y sin cocina: así son las viviendas que promueve Asirón En Pamplona
Apartamentos diminutos y compartidos en la Chantrea como alternativa habitacional, sin propiedad, ni cocina privada.

Apartamentos diminutos y compartidos en la Chantrea como alternativa habitacional, sin propiedad, ni cocina privada.
El Ayuntamiento de Pamplona, liderado por Joseba Asirón, ha concedido licencia para construir el primer cohousing de Navarra, un bloque de 25 apartamentos en el barrio de Chantrea. Se trata de viviendas de apenas 50 metros cuadrados, que no contarán con cocina privada, obligando a sus inquilinos a compartir espacios comunes para cubrir necesidades básicas como cocinar o lavar la ropa.
Las obras comenzarán este verano en una parcela municipal de la calle Padre Adoáin, en la zona de Alemanes, y se prevé que estén finalizadas a finales de 2026. Pese a que desde el Consistorio se presenta el proyecto como una alternativa innovadora de "vivienda colaborativa" dirigida a personas mayores de 65 años, lo cierto es que se trata de apartamentos diminutos, sin posibilidad de tener una cocina propia, lo que limita la intimidad de sus usuarios.
El concejal de Urbanismo, Joxe Abaurrea, ha defendido la iniciativa como un modelo para fomentar la autonomía y el envejecimiento activo, en colaboración con el Gobierno de Navarra. Sin embargo, la realidad es que estas viviendas se presentan como la única opción para personas mayores con menos recursos, que deberán adaptarse a un formato comunitario forzado.
El proyecto lo ejecutará la cooperativa Etxekide, adjudicataria de la concesión de esta parcela municipal durante 75 años. Las 25 viviendas compartirán cocina, comedor, lavandería, biblioteca y salas de actividades, es decir, no contarán con equipamientos básicos dentro de cada apartamento. El presupuesto de obra asciende a casi tres millones de euros, con un plazo de ejecución de 18 meses.
El modelo propuesto, denominado cesión de uso, implica que los residentes no serán propietarios de las viviendas. A cambio de una aportación inicial y una cuota mensual, podrán disfrutar del uso del apartamento, pero sin adquirir nunca la propiedad, lo que refuerza la idea de que estas iniciativas se están convirtiendo en "soluciones de mínimos" ante la falta de vivienda asequible.
El proyecto de Chantrea no es una excepción. El Ayuntamiento ya ha iniciado otro concurso para promover una segunda promoción de alojamientos colaborativos, adjudicada a la cooperativa Etxekonak Bat, que también se encuentra tramitando su licencia. Este segundo proyecto, de características similares, ocupará una parcela de más de 4.000 m².
Además, el Consistorio ha identificado otras tres parcelas, en Buztintxuri y el Casco Antiguo, para seguir desarrollando este tipo de viviendas en cesión de uso. Todas ellas bajo la premisa de ofrecer alquileres estables, pero sin derecho a la propiedad ni a disfrutar de una vivienda plenamente equipada de manera individual.
Desde el Ayuntamiento de Pamplona se insiste en que estas fórmulas "evitan la especulación inmobiliaria" y ofrecen "alternativas habitacionales", pero la realidad es que, lejos de resolver el problema de acceso a la vivienda, se están impulsando modelos restrictivos, con espacios reducidos y sin las condiciones mínimas de autonomía personal que debería tener cualquier vivienda digna.