El pleno del Ayuntamiento de Pamplona del 22 de diciembre de 1961 acordó darle un nombre a esta calle que formaba parte del grupo de viviendas de Santa Marta, que desde la calle Tajonar alcanza la de Gayarre y atraviesa la calle Sangüesa en el barrio de La Milagrosa.
Se trata de la calle Goroabe, una vía una bastante larga con unos 400 metros de longitud y muy estrecha. En uno de sus extremos está un bar bastante conocido desde el año 1965 que da a la calle Tajonar y al parque Tomás Caballero, que hemos conocido en la sección de comercio local. En el otro extremo que da a la calle Sangüesa hay un club de jubilados.
Posteriormente, el 27 de junio de 1962, el Ayuntamiento de Pamplona acordó prolongar esta calle con la existente entre el estadio Ruiz de Alda, hoy estadio Larrabide, y los primeros edificios de la cooperativa San Miguel.
El gran problema para que esta calle tenga tiendas es que la mayoría de los bajos son pisos, excepto unas bajeras que albergaron en su momento un bar denominado 'la bodeguilla', una carnicería, una farmacia y una mercería, que cerraron a finales de los años 80.
El lado izquierdo de la calle dispone de ascensores en sus pisos, pero no el lado derecho con números impares, lo que ha provocado que muchos vecinos se fueran del barrio con el paso de los años.
Los vecinos que se han quedado en el barrio, la mayoría en edad de jubilación, han tenido serias dificultades y muchos retrasos para incorporar el ascensor en una calle bastante estrecha con una acera muy pequeña y dos filas de coches estacionados en fila y en batería.
Las mejoras que ha introducido el Ayuntamiento en el barrio de la Milagrosa, sobre todo en la calle Manuel de Falla y Río Urrobi con zonas peatonales, no han llegado todavía a la calle Goroabe.
El término Goroabe, según el libro de José J. Arazuri ‘Pamplona, calles y barrios’ aparece en las cuentas reales desde 1305. En 1398 Carlos II vende fincas, la mayoría de ellas eran viñas entre ellas algunas en el término de Goroave.
Goroabe era un parte del término de Fuerte del Príncipe. Desde 1724 se llama Gorabera. Según el diccionario de Azkue este topónimo significa en euskera altibajos.
Según Baleztena “A la parte más alta de este término, en unas cuentas de la cofradía de San Blas en 1554 se le llama Goraberagayna en las que consta que allí poseía una pieza llevada en arriendo por el heredero de Vicuña el posadero”.
