El consejero Chivite no dimitiría, aunque se demostrara que la trama corrupta del partido socialista hubiera tenido vínculos con la adjudicación de la obra de los túneles de Belate. Alto y claro, así lo ha dicho este martes.
El consejero de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra, Óscar Chivite, ha comparecido en la comisión de investigación abierta en el Senado sobre la adjudicación de contratos, licencias, concesiones, ayudas y otras operaciones del Gobierno relacionadas con Koldo García y Santos Cerdán.
Lo ha hecho en calidad de responsable del departamento durante el periodo en el que se resolvió el concurso público sobre la licitación de las obras de desdoblamiento de los túneles de Belate, y en un contexto especialmente delicado: no sólo por las dudas que planean sobre la legalidad y transparencia del proceso, sino también por su parentesco directo con la presidenta del Gobierno foral, María Chivite, de quien es tío.
La obra fue adjudicada por más de 62 millones de euros a una UTE compuesta por Acciona, Osés Construcción y Servinabar. Esta última empresa ha sido señalada por su posible relación societaria con Santos Cerdán secretario de Organización del PSOE a nivel nacional hasta hace unos días que ingresó en prisión.
Durante su intervención, el consejero Chivite ha sido cuestionado por la senadora de UPN, María Caballero, quien le ha preguntado si podía garantizar que en la adjudicación “no hubo interferencias políticas ni conflictos de interés”. La respuesta del consejero ha sido cuanto menos llamativa: “No pongo la mano en el fuego por nadie”, ha afirmado. Cuestión que ha vuelto a reiterar en su respuesta final a la senadora Ana Beltrán del Partido Popular, que le ha preguntado si pondría la mano en el fuego por el exconsejero Ciriza y la presidenta Chivite.
Caballero ha insistido en si, en su opinión, Servinabar era una empresa adecuada para recibir un contrato de esta envergadura. Chivite ha evitado pronunciarse sobre la idoneidad de la firma, alegando que “fueron los servicios técnicos quienes valoraron las ofertas conforme a los criterios establecidos en el pliego”.
Ha terminado preguntando al consejero si dimitirá si finalmente se demuestra que la obra tiene vinculaciones con la trama corrupta del partido socialista. Su respuesta ha sido rotunda: "No".
A continuación, ha tomado la palabra Uxue Barkos, senadora por Geroa Bai, quien ha interrogado al consejero sobre el mecanismo de control de solvencia técnica y económica aplicado en la licitación. Chivite ha defendido el proceso como “ajustado a derecho”.
El socialista Javier Remírez ha intervenido después en un tono más defensivo, acusando a la oposición de estar utilizando la comisión “como un instrumento de desgaste político” contra el Gobierno de Navarra y la presidenta Chivite.
Ha cerrado la ronda de preguntas Ana Beltrán, del PP, quien ha interrogado directamente a Chivite sobre los vínculos de Santos Cerdán con Servinabar y la posibilidad de que esa relación haya influido en la adjudicación. El consejero ha declinado pronunciarse, alegando que desconoce las relaciones societarias del dirigente socialista.
SE DUPLICA EL COSTE DE LAS OBRAS DE BELATE
En relación al coste de las obras, el consejero de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra, Óscar Chivite ha señalado que la duplicación de los túneles de Belate sufrirá una desviación de su coste al alza, algo que ha achacado a "imprevistos", si bien no ha cifrado de cuánto será esa desviación.
Chivite ha afirmado que el Gobierno foral tiene en tramitación el expediente para proceder a aprobar esta ampliación de asignación. El consejero no ha concretado cuál será esa cifra de incremento y ha precisado que "si se considerase injusto o ilegal, no se haría".
Cabe recordar que la adjudicataria de estos trabajos resultó ser una UTE formada por Acciona y Servinabar, empresa esta última de Antxon Alonso, de la que a su vez, según un escrito hallado por la Guardia Civil, Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE, sería dueño al 45%, algo que el exdirigente socialista ha negado.
El consejero Óscar Chivite -tío de la presidenta de Navarra- ha defendido que la adjudicación de las obras fue "legal y transparente" y ha destacado que esta infraestructura "no se menciona" en el informe de la UCO de la Guardia Civil y no forma parte de las investigaciones judiciales actuales.
Chivite ha afirmado que la licitación de las obras de Belate "ha seguido el proceso administrativo previsto en la normativa y ha sido legal y transparente".
El consejero, que ha realizado una breve intervención antes de responder a las preguntas de los senadores, ha afirmado que el inicio de las controversias por los votos particulares que presentaron varios miembros de la mesa de contratación de Belate, expresando dudas sobre el proceso de adjudicación, "están basados en actos dentro" de la propia mesa y "fueron anteriores a mi toma de posesión como consejero del Gobierno de Navarra".
Además, ha resaltado que esta adjudicación ya ha sido auditada por la Cámara de Comptos -tribunal de cuentas de Navarra- y el presidente del órgano fiscalizador explicó que no se había hallado "ninguna ilegalidad". También ha afirmado que "ni los consejeros ni la presidenta participamos en los procesos de adjudicación".
Precisamente, sobre la participación de Santos Cerdán en las gestiones para que esta obra tuviera asignación presupuestaria, Chivite ha señalado que Cerdán estaba interesado, como también lo estaba todo el Gobierno de Navarra, por la importancia que representaba esta obra para el conjunto de la Comunidad foral.
En todo caso, Chivite ha explicado que cuando llegó al Gobierno de Navarra ya estaba realizada la propuesta de adjudicación de las obras de Belate y nunca recibió ninguna indicación por parte de nadie para que la adjudicación se realizara a una empresa en concreto.
También ha señalado que ratificó en el puesto al director general de Obras Públicas, Pedro López -en el cargo en la legislatura anterior-, una decisión que adoptó tras consultar con distintas personas, pero no con Santos Cerdán.