El Bar Valentín, ubicado en Zubiri, se ha convertido en un lugar de referencia para los peregrinos del Camino de Santiago que recorren esta emblemática ruta a su paso por Navarra.
Su ambiente acogedor, su variada carta y su estratégica ubicación lo han convertido en un punto de parada obligado tanto para caminantes como para excursionistas que buscan reponer fuerzas antes de continuar su trayecto.
Cabe destacar que este establecimiento cuenta con opciones para personas veganas o vegetarianas. Esto lo convierte en una opción ideal si dentro del grupo de comensales hay alguna persona con una dieta especial.
Uno de los aspectos más valorados del Bar Valentín es su compromiso con las necesidades de los peregrinos. En su amplia carta, especializada en el picoteo y las comidas informales, destaca la opción de picnic, ideal para aquellos que prefieren llevarse la comida y disfrutarla durante el camino o en una de sus paradas de descanso.
Por 7,50 euros, el menú picnic incluye medio bocadillo, agua y fruta, una propuesta equilibrada y práctica para quienes priorizan la comodidad sin renunciar a una alimentación adecuada en plena ruta.
Además del servicio de picnic, el restaurante es conocido por sus generosos platos combinados, que incluyen opciones como escalope, alitas de pollo, costilla de cerdo, trucha o filete de potro, todos acompañados de una guarnición equilibrada a base de ensalada mixta.
Estas opciones, con un precio de 15 euros, ofrecen una comida completa y sustanciosa, perfecta para reponer energías tras una intensa jornada de caminata.
Las hamburguesas del Valentín también han ganado popularidad, tanto entre los locales como entre los visitantes. En parte, porque son muy completas.
En su carta se pueden encontrar propuestas como la hamburguesa de ternera, falafel o potro, todas acompañadas de lechuga, cebolla, tomate, queso, beicon, huevo y patatas, con precios que oscilan entre los 12 y 14 euros.
La carta del Bar Valentín de Zubiri se completa con opciones de pizza, platos de huevos con guarnición, bocadillos, sándwiches, raciones o sus platos especiales.
Estos últimos tienen un precio de 20 euros y están pensados para los paladares más exigentes. Se trata de la costilla de vaca confitada o la chuleta de potro. Ambos platos se sirven acompañados con patatas fritas y salsa de piquillos.
Para quienes buscan un desayuno completo antes de iniciar la jornada, el bar Valentín también ofrece una gran variedad de opciones, desde tostadas con aceite y tomate, jamón o queso, hasta bollería variada y tortillas.
Además, cuentan con una selección de cafés, tés e infusiones, así como zumos naturales, perfectos para comenzar el día con energía.
Este establecimiento ha sabido ganarse la confianza de los peregrinos no sólo por su oferta gastronómica, sino también por su ambiente familiar y su atención cercana.
Muchos de los que hacen el Camino de Santiago destacan el Valentín como un lugar donde descansar, compartir experiencias con otros viajeros y disfrutar de una comida reconfortante antes de continuar la ruta hacia Santiago de Compostela.
Este restaurante, también convence a los vecinos de la zona. Por eso, es un lugar perfecto para desayunar o hacer una comida informal disfrutando de la buena compañía.
