• sábado, 02 de agosto de 2025
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SOCIEDAD

El restaurante en Navarra perfecto para descansar tras una ruta con vistas al mar

La ruta comienza en Navarra pero atraviesa también la frontera con Francia. 

Vista desde el monte Larrun. Willi_bremen
Vista desde el monte Larrun. Willi_bremen

La zona de Bera de Bidasoa, situada en el norte de Navarra, es un lugar que evoca la esencia de los pueblos pesqueros vascos, aunque se encuentra a unos cuantos kilómetros de la costa.

Este pueblo, que destaca por su arquitectura tradicional y su cercanía con el País Vasco francés, es el punto de partida para una de las rutas más fascinantes del Pirineo atlántico.

Bera es un lugar ideal para pasear por sus calles, admirar su arquitectura y disfrutar del ambiente tranquilo de un pueblo que conserva su identidad histórica. Además, su proximidad a lugares como Zugarramurdi, Sara o San Juan de Luz hace de esta área un enclave perfecto para explorar la naturaleza y la cultura del País Vasco y Navarra.

Para comenzar la ruta, tomaremos la carretera hacia Francia, pasando por Belate hasta llegar a Bera. Una vez en el pueblo, seguiremos las señales que nos dirigen a la Venta de Lizuniaga, situada a unos 4,5 km de Bera.

Este punto de partida es ideal para dejar el coche y comenzar la ascensión hacia Larrun (también conocido como La Rhune). Aunque la venta no siempre esté abierta, su ubicación sigue siendo el mejor punto de acceso para esta caminata, que es un recorrido muy popular entre los amantes del senderismo.

El sendero comienza de manera suave y bien señalizada. En los primeros metros, encontraremos una bifurcación, y es recomendable tomar el camino de la izquierda, ya que evita una pequeña cuesta, aunque ambos caminos conducen al mismo punto. A medida que avanzamos, la ruta se va tornando más exigente.

El terreno rocoso y empinado demanda algo de esfuerzo, y no hay sombra que proteja del sol, por lo que es importante llevar protección solar y agua.

El esfuerzo tiene su recompensa cuando, tras subir unos 325 metros de desnivel y recorrer aproximadamente un kilómetro, llegamos a un pequeño llano. Aquí, la vista se abre ante nosotros, y de repente el mar se presenta en el horizonte, creando un contraste espectacular con las verdes colinas del Pirineo.

Desde este punto, es posible ver los pueblos franceses cercanos y las vías del tren turístico que ascienden hacia la cima de Larrun.

Tras un breve descanso y unas fotos, continuamos la ascensión por una cresta más escarpada. El sendero, aunque algo más desafiante, es fácil de seguir, especialmente porque, a medida que nos acercamos a la cima, podemos ver las características antenas de Larrun.

La cima está equipada con un helipuerto, una mesa de orientación y, por supuesto, unas vistas impresionantes que abarcan tanto el mar como las montañas circundantes. Allí, encontraremos un cartel informativo que señala las principales montañas que se divisan desde el mirador.

Si el esfuerzo de la subida ha despertado el apetito, hay varias opciones para reponer fuerzas en los bares de la cima, donde se pueden disfrutar de refrescos y bocadillos a precios razonables, como el refresco a 2,20 euros o los bocadillos entre 4 y 6 euros. También se pueden encontrar platos combinados para quienes prefieran algo más contundente antes de emprender el regreso.

Descanso en la Venta de Lizuniaga: Un Restaurante Acogedor

Al terminar la caminata, ya sea tras ascender hasta la cima o si decidimos dar la vuelta antes, un lugar ideal para descansar es el restaurante de Venta de Lizuniaga, situado en un entorno natural y tranquilo, perfecto para disfrutar de una comida tradicional.

Entre las opciones de su carta, destacan platos como el pulpo Lizuniaga (15€ por 150 gr), el foie "mi cuit" (16€) o el jamón ibérico (16€), perfectos para recuperar fuerzas tras la ruta. Además, su menú incluye opciones como la sopa de la casa (7,90€) y el arroz con hongos (9,90€), ideales para disfrutar de la cocina local en un ambiente relajado.

Los horarios de apertura del restaurante son viernes de 11:00 a 15:00, y sábado y domingo de 09:00 a 18:00 y 9:00 a 17:00, lo que lo convierte en una opción perfecta para reponer fuerzas tras la caminata.

En resumen, la ruta de Lizuniaga a Larrun es una de las mejores formas de explorar la belleza del Pirineo atlántico, con vistas impresionantes al mar y una experiencia gastronómica que pone el broche de oro a una jornada llena de naturaleza y tradiciones. ¡No te pierdas la oportunidad de descubrir este rincón de Navarra!

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