SOCIEDAD
San Francisco Javier, en la cumbre más alta de Navarra: así escaló hasta la cima la estatua de 200 kilos
Se trata de un monte muy frecuentado por los montañeros y excursionistas de Navarra debido a su gran altura.

La Mesa de los Tres Reyes, en el macizo de Larra-Belagua, es uno de los montes más emblemáticos de Navarra. Sus 2.446 metros de altura convierten a esta cima en la más elevada de la Comunidad foral. En ella confluyen también las fronteras de Francia, Aragón y el histórico vizcondado de Bearne.
Se trata de un lugar mítico para montañeros y excursionistas que, desde hace más de setenta años, guarda una peculiar compañía: la estatua de San Francisco Javier, patrón de la Comunidad foral.
La idea de colocar la imagen en la cumbre nació en 1952, cuando se conmemoró el 400 aniversario de la muerte del santo. El Club Deportivo Navarra, fundado en 1942, quiso rendirle homenaje levantando una escultura en la cima más alta de la tierra natal de Javier.
Con un presupuesto de 5.000 pesetas, encargaron el trabajo al escultor Áureo Rebolé, que elaboró una pieza de piedra artificial de más de 200 kilos y 2,10 metros de altura.
Durante unos días de julio, la imponente estatua estuvo expuesta en los jardines del Palacio de Navarra, junto a la gran secuoya. Después comenzó la hazaña: transportarla hasta Isaba y, de allí, subirla a la cima.
Lo hicieron 24 personas, cargando a la espalda bloques de unos 20 kilos en mochilas improvisadas. El 15 de agosto de 1952, la imagen de San Francisco Javier quedó instalada en la cúspide pirenaica.
El primer invierno fue implacable. La dureza del clima derribó la escultura, que tuvo que rehacerse en bronce, esta vez hueca y de 75 centímetros, utilizando la pieza original como modelo. En junio de 1954 la nueva estatua quedó fijada en la montaña, donde resistió intacta hasta 1985, cuando fue decapitada por un acto vandálico.
Lejos de rendirse, el Club Deportivo Navarra encargó una nueva cabeza y la repuso. Pero los avatares no terminaron ahí. En 2004, un movimiento sísmico desplazó la figura, dejándola casi horizontal y mirando al suelo.
Hubo que esperar hasta 2010 para verla erguida de nuevo, gracias a un helicóptero del Gobierno de Navarra y a la labor de dos voluntarios que lograron enderezarla.
El misterio de la cabeza original vandalizada se resolvió muchos años más tarde. En 2023, la pieza fue entregada de manera anónima en la Fundación Museo del Montañismo Vasco (EMMOA), lo que permitió recuperar un capítulo perdido de esta historia.
Hoy, quienes coronan la Mesa de los Tres Reyes no solo alcanzan el punto más alto de Navarra, sino que se encuentran con la imagen de San Francisco Javier, patrón de Navarra. Esta se ha convertido en un símbolo del esfuerzo colectivo y la perseverancia, dos valores que llevan por bandera las personas aficionadas a la montaña.