SOCIEDAD
La ruta circular a dos cascadas en un pueblo de Navarra ideal para hacer con niños y disfrutar en familia
Sendero circular entre viñedos, aventura y buena comida en este pueblo con encanto de Navarra.

A veces no hace falta irse lejos ni planificar demasiado para vivir una pequeña aventura en familia. En el pueblo navarro de Aibar, a los pies de la sierra de Izko, existe una ruta circular muy sencilla, perfecta para hacer con niños, que permite descubrir dos rincones naturales llenos de encanto: el Pozo de las Hiedras y el Pozo del Toro.
El recorrido arranca a la entrada del pueblo, donde es posible dejar el coche con facilidad. Desde allí, la ruta sigue una pista bien señalizada conocida como el Camino del Monte, un tramo casi llano que discurre entre viñedos y campos abiertos, lo que la convierte en una opción accesible y muy agradecida para quienes buscan un paseo relajado.
Tras caminar un rato, se toma un pequeño desvío hasta el Pozo de las Hiedras, una poza rodeada de vegetación y musgo que parece sacada de un cuento. Además, cuenta con su propia cascada, lo cuál otorga más encanto si cabe a este rincón natural escondido. La visita merece la pena por la belleza del entorno, donde los más pequeños pueden descansar, explorar cruzando un puente de madera y dejarse sorprender por la calma del sonido del agua.
Después, hay que regresar para continuar por la pista. Un poco más adelante, el camino gira hacia un sendero sombreado, rodeado de árboles y vegetación que acompaña la marcha hasta llegar al segundo punto de interés: el Pozo del Toro. Bien indicado por una señal de madera, este rincón invita a una pequeña parada antes de reemprender la vuelta al pueblo.
Esta poza también cuenta con una cascada. Y es una parada perfecta para hacerse una fotografía e inmortalizar la excurisión. Igual que en la parada anterior, tendremos que regresar sobre nuestros pasos para volver a la ruta. En el último tramo, el sendero de regreso se ensancha, poco a poco. Sin desviarnos del camino, regresaremos hasta el punto inicial del recorrido.
Si la excursión ha sabido a poco, no hay de qué preocuparse. Este plan familiar se puede completar con una visita al Parque de Aventura Artamendía. Un lugar en el que, tanto los niños como los adultos, disfrutarán de las tirolinas, los puentes colgantes y los recorridos de multiaventura entre los árboles.
Y, para rematar el día, nada mejor que una comida en Casa Zabaleta, el reconocido asador de Aibar donde disfrutar de su famoso chuletón a la parrilla o su lubina salvaje a la brasa. El restaurante cuenta con amplios espacios exteriores e, incluso, animales, por lo que es una opción muy recomendable para las familias con niños. Puedes leer un reportaje completo sobre este restaurante en este enlace.
Aibar también es conocido como el pueblo de los duendes, un apodo con el que se refieren a él los propios vecinos. Tiene una imagen de postal medieval y unos tejados de piedra rojiza con mucho encanto. Por eso, es recomendable aprovechar la visita para pasear por sus calles empedradas y miradores.
Una excursión perfecta para familias, con naturaleza, aire puro, un poco de aventura y mucha tranquilidad. Todo a un paso, sin complicaciones y con el valor añadido de descubrir uno de los pueblos con más encanto del Prepirineo navarro.