La dirección de Volkswagen Navarra ha rechazado de plano la propuesta del sindicato LAB de repartir el empleo durante el período de transición hacia el coche eléctrico en el que la fábrica tendrá que despedir al menos a 400 trabajadores. Según explica la empresa en un comunicado, el sindicato exige que se distribuya el empleo para evitar despidos, pero sin disminución de sueldos, lo cual no ha contentado en absoluto a la dirección de la fábrica.
Asimismo, los negociadores de la factoría alemana no ven con buenos ojos la propuesta de los sindicatos UGT y CC.OO de retirar las contingencias comunes de la Mutua para los casos de enfermedad común. El negociador de la empresa ha trasladado al Comité que se ha demostrado que mantener dichas contingencias externalizadas "es bueno para combatir el absentismo, que es la prioridad de la fábrica".
En el capítulo de avances, la empresa ha trasladado este viernes que está "bastante de acuerdo en líneas generales" con la plataforma conjunta presentada por los sindicatos UGT y CCOO porque está "muy cercana a la de la dirección", especialmente en "los asuntos económicos, la garantía de empleo, el plan de salidas y las herramientas para transitar por los tres años de duración del convenio".
Por último, la empresa ha ofrecido un incremento de 600 euros adicionales en la paga de rendimiento individual de 2026, "supeditada al cumplimento de la curva de lanzamiento de los dos modelos eléctricos que se producirá ese año, así como a los parámetros de calidad y a la realización de la formación requerida". La propuesta ha sido "bien recibida por la mayoría sindical, aunque la ha considerado un tanto escasa", explican desde la empresa.
