La Policía Municipal de Pamplona investiga a un ciudadano del este residente en Pamplona que el pasado viernes fue sorprendido conduciendo por las calles de la capital navarra.
No habría ningún problema si no fuera por que una patrulla, que circulaba sobre las 19:40 horas de la tarde por la Avenida de Bayona, le vio cómo, tras conducir erráticamente y dando volantazos, estacionó su coche en doble fila en la mencionada calle, ni siquiera en paralelo a los vehículos aparcados en batería, sino con el morro apuntando a la calzada, con unos 45 grados de separación.
Los agentes observaron cómo el conductor se bajaba del coche y comenzaba a caminar por la acera zigzagueando y con evidentes síntomas de hallarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas.
Tras interceptarlo, y ante la imposibilidad de someterle a las pruebas con el alcoholímetro de aire expirado, fue conducido a dependencias policiales, donde ofreció una tasa de 1,40, sextuplicando el límite permitido, por lo que fue denunciado y se le entregó una citación para un juicio rápido por un delito contra la seguridad en el tráfico.
El coche fue retirado de la vía pública y trasladado al depósito municipal.
