El conductor de la villavesa que aquel domingo 27 de junio de 2021 cubría el servicio de la línea 4 pudo activar a tiempo el botón del pánico que tiene la cabina de chófer de cada autobús. La alerta se recibió en las cocheras de Ezcaba y se dio aviso a la Policía Municipal de Barañáin, que acudió a identificar y detener al joven.
En ese momento, ya le había propinado dos puñetazos al conductor, uno en el ojo, que le causó un derrame, y otro en la boca, que le provocó una herida sangrante. Se trata de una más de las agresiones que han venido sufriendo en los últimos tiempos los conductores del Transporte Urbano Comarcal y que fueron denunciadas en una concentración no hace mucho.
El juicio estaba previsto para esta semana en Pamplona, pero el acusado ha aceptado el acuerdo previo alcanzado por su defensa con la fiscalía. por el que se le condena a un año de cárcel y a pagar una indemnización de 7.500 euros al chófer por los daños físicos y morales causados.
El condenado, que ahora tiene 20 años, pero que el día de la agresión tenía 18 recién cumplidos, se subió aquel domingo sobre las 8:30 de la mañana a la villavesa de la línea 4 que aguardaba la hora exacta para iniciar un nuevo recorrido en la primera parada, en la avenida del Valle de Barañáin, justo delante de la Iglesia de Santa María.
El joven enjuiciado metió la mano tras la mampara e intentó apoderarse de las monedas de la caja de la villavesa, gesto que fue afeado por el conductor, que cerró las puertas del autobús y le conminó a que devolviera el dinero sustraido. El joven se sintió atrapado y su respuesta violenta consistió en propinarle los mencionados puñetazos por los que ahora ha sido condenado.
El hecho de no tener antecedentes y tratarse de una condena inferior a tres años de prisión le evitará su paso por la cárcel.
