La titular del Juzgado de Instrucción nº 3 de Pamplona ha decretado este martes la puesta en libertad bajo fianza de 6.000 euros para al abertzale radical que le partió la nariz de un puñetazo a un agente de la Policía Municipal durante los incidentes provocados por la izquierda abertzale en la calle Curia tras la procesión de San Fermín el pasado 7 de julio.
La juez ha estimado parcialmente el recurso de Egoitz Casado Echauri, el radical que golpeó al agente, y sobre el que pesan ahora acusaciones de atentado a la autoridad, desórdenes públicos y un posible delito de odio. A ello se suma un delito de lesiones por haber provocado la rotura de los huesos de la nariz al agente
La juez ha considerado que el agresor podrá salir de prisión bajo fianza de 6.000 euros, además de entregar su pasaporte. Tendrá prohibido salir de España y deberá comparecer en el juzgado todos los lunes. "Teniendo en cuenta el tiempo transcurrido y que han terminado las fiestas en cuyo contexto se producen estos hechos considero que el riesgo de reiteración delictiva se ha visto debilitado, y que la finalidad de evitar que pueda sustraerse a la acción de la justicia puede obtenerse mediante otras medidas cautelares menos gravosas", mantiene el auto.
La juez indica que las alegaciones de la defensa sobre un golpe previo del policía poco cambian los hechos, pues no existe lesionado alguno por parte del policía y mucho menos el agresor, que no tiene ninguna lesión. "Las imágenes que se aportan en cuanto al supuesto golpe que el agente lesionado habría lanzado antes de recibir el propinado por Egoitz Casado en nada desvirtúan los hechos atribuidos a este. Ni siquiera consta si ese supuesto manotazo impactó contra alguien, ni en qué contexto se produce, desde luego no impactó en el detenido, puesto que nada ha manifestado al respecto ni tenía lesión, no se ha presentado ninguna denuncia por un supuesto golpe", señala la juez en un auto al que ha tenido acceso este periódico.
"Las diligencias hasta ahora practicadas permiten atribuirle, como ya se ha señalado, un delito de desórdenes públicos y de atentado a la Corporación Municipal, la cual más allá de las personas individuales que la puedan constituir, ostenta la representación de pamploneses y pamplonesas y como tal es acreedora del correspondiente amparo jurídico, en la medida en que representa la voluntad popular democráticamente expresada. Teniendo en cuenta la motivación que puede existir tras ese ataque y que se desprende de los gritos consignas que lo acompañaron, puede concurrir también un delito de odio o subsidiariamente una circunstancia agravante de odio", mantiene la juez sobre lo ocurrido.
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