Era la octava vez que la "víctima" denunciaba hechos similares, todos ellos robos con violencia en la vía pública en los que la amenazaban con armas blancas o la agredían.
El presunto autor esperó a que el templo estuviese cerrado para hacerse con las cajas donde se guardaba el dinero, parte proveniente de donaciones de los fieles.
La mujer sufre un deterioro cognitivo leve-moderado, así como otras patologías de tipo físico por las que precisa de ayuda para la correcta administración de su persona y sus bienes.