• sábado, 27 de abril de 2024
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COMERCIO LOCAL

Adiós a otro negocio de Pamplona: las patatas fritas de San Nicolas se despiden del Casco Viejo

El negocio ha cerrado sus puertas después de cinco años en los que sus conos de patatas fritas se habían convertido en un protagonista más de la juerga pamplonesa.

Cierre Patata, el local de la calle San Nicolás especializado en patatas fritas. NAVARRA.COM
Cierre Patata, el local de la calle San Nicolás especializado en patatas fritas. NAVARRA.COM

Patata, el local de la calle San Nicolás de Pamplona especializado en la venta de patatas fritas, ha cerrado recientemente sus puertas después de casi cinco años en funcionamiento.

"Estamos cerrados desde el 1 de marzo. El precio del alquiler, la factura de la luz, una menor afluencia de público... Llega un punto en el que es insostenible", ha explicado su dueño a Navarra.com sobre los motivos del cierre.

Gonzalo Domínguez de Bidaurreta, dueño del establecimiento “Patata” situado en el número 60 de la calle San Nicolás de Pamplona. PABLO LASAOSA
Gonzalo Domínguez de Bidaurreta, dueño del establecimiento “Patata” situado en el número 60 de la calle San Nicolás de Pamplona. PABLO LASAOSA

Fue en 2018, cuando Gonzalo Domínguez de Bidaurreta apostó junto a su socio en hacer del cucurucho de patatas fritas crujientes acompañadas de salchicas y salsas la seña de identidad de su negocio en el Casco Antiguo de Pamplona.

Ahora, cinco años después de despide del local en el que pronto nuevos promotores pondrán en marcha un espacio dedicado a las hamburguesas y perritos, en el que tampoco faltarán las patatas fritas.

Durante este periodo de tiempo, en el que la pandemia ha marcado irremediablemente el devenir del establecimiento, Patata se erigió como una de las opciones preferidas de los jóvenes pamploneses durante el fin de semana. Desde los juevinchos hasta los sábados por la noche, sus conos de patatas fritas con nombre de Gigantes y Cabezudos fueron uno de los acompañamientos de la juerga pamplonesa.

"La inspiración surgió de las famosas patatas belgas, ellos comen todo con patatas y son recetas sencillas y un plato fácil de consumir", afirmaba su dueño a este periódico en una entrevista. Sin experiencia en el sector, Gonzalo Domínguez de Bidaurreta, inspirado en el Kiliki Patata de la tradicional Comparsa de Pamplona, se buscaba entonces un hueco en el mundo de la hostelería a través de la comida rápida.

Pronto, la Braulia, el Zaldiko, el Gigante o el Cabezudo (diferentes opciones de patatas fritas, algunas de ellas con salchichas) ganaron adeptos gracias a una apuesta gastronómica poco explotada en Pamplona.

Un recorrido que se ha mantenido durante casi cinco años en los que Patata ha acompañado en las tardes / noches de los fines de semana y fiestas de San Fermín en la ciudad hasta bajar la persiana por última vez este mes de marzo.


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