El local de una conocida tienda de ropa femenina cierra sus puertas después de siete años de actividad en Pamplona. A partir del próximo sábado 29 de marzo, el característico escaparate, donde ahora se pueden leer varios carteles anunciando el cierre y la venta del mobiliario, quedará vacío.
Está muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en este apartado de comercio local en la capital navarra, como es el caso de la ferretería Garca o de la pescadería Gerenpez.
El motivo de este adiós es por un problema de salud y la próxima jubilación de su dueña, quien, tras toda una vida dedicada al comercio, ha decidido bajar la persiana con "mucha pena". "Lo hacemos con mucha pena porque la tienda a mí me encantaba. Es una esquina preciosa y una tienda muy bonita. El comercio a mí me gusta. Realmente con mucha pena", confiesa emocionada.
El local ya tiene nuevo propietario, un empresario cercano a Navarra, aunque el negocio que abrirá en su lugar no tendrá nada que ver con la moda. Según ha podido saberse, se trata de una cadena comercial con presencia en toda España que planea expandirse en Pamplona con varias tiendas.
"Es un comercio que está prácticamente por toda España y quieren venir a Pamplona con varias tiendas. Están mirando locales y creo que será algo bueno porque son tiendas que funcionan bastante bien", ha comentado la propietaria sobre el nuevo proyecto que ocupará el espacio.
La tienda que cierra es Ranglan, un comercio de ropa femenina situado en la avenida de Pío XII de Pamplona. Su dueña, Rosa Alonso del Bosque, natural de Ávila pero residente en Pamplona desde los cinco años, ha estado toda su vida ligada al comercio.
Junto a su hermana Susana, pamplonesa, han gestionado este local durante siete años, mientras que la tienda más antigua del negocio, situada en la calle Martín Azpilcueta, 13, lleva abierta catorce años y seguirá funcionando como hasta ahora.
"Nosotras aquí nos dedicamos al comercio de ropa, pero para lo que se ha hecho el traspaso es para otro negocio totalmente distinto, de calle, y que puede funcionar muy bien en ese barrio", explica Rosa, que asegura haber llegado a un acuerdo rápido y positivo con los nuevos propietarios. "Todo lo han gestionado prácticamente ellos porque están mucho más preparados que nosotros en estos asuntos, y la verdad que todo ha salido muy bien", añade.
Aunque Rosa se jubilará en un año, no dejará de estar presente en la tienda de Martín de Azpilcueta, donde continuará con la nueva campaña de primavera-verano. "Aunque tengo edad de jubilarme, también está mi hermana que trabaja conmigo y probablemente mi hija, que estaba en la otra tienda, vendrá aquí".
"Les atenderemos como siempre", comenta la comerciante, convencida de que su clientela fiel seguirá visitándolas. "Nos quedamos con esta tienda porque nuestra clientela inicial está aquí y la queremos conservar. Vendemos ropa de mujer de marca, con ropa buena. Trabajamos bien y estamos contentos", subraya.
Las opiniones de los clientes reflejan la cercanía y la calidad que ha caracterizado a Ranglan durante estos años. "Tienen los mejores diseños de ropa para mujer y los más actuales. ¡Gran variedad de tallas y modelos! El trato es inmejorable. Tienen dos tiendas, no dudes en pasarte", comenta una de las reseñas más destacadas.
De este modo, la tienda de Pío XII se despide, pero Ranglan sigue adelante en su local de Martín de Azpilcueta, manteniendo su esencia y el trato cercano que siempre ha conquistado a sus clientas.