Después de 40 años al frente del local, el matrimonio traspasó el negocio y comienza la historia de la pamplonesa Paloma Sagüés Lacasa en este bar, donde lleva trabajando nueve años.
El bar Hawai de Pamplona es uno de los locales más clásicos del segundo Ensanche de la capital navarra. Abrió sus puertas a comienzos de los años 70, cuando la moda era poner nombres muy americanos como California o Manila a los bares nuevos.
Está situado en la calle Navarro Villoslada 14, junto a la Plaza de la Cruz en el segundo Ensanche. Es un establecimiento que está muy cerca de otros que hemos conocido en esta sección de comercio local como el bar Besos Robados, la Servicial Vinícola o el taller de vehículos Rodi.
El bar Hawai tuvo su periodo 'taurino' cuando Lucio Riesco, natural de Toledo, y Mila Balerdi, de Tierra Estella, se pusieron al frente del local. Las paredes se llenaron de carteles taurinos y de fotografías del maestro Curro Romero, muy admirado por Lucio Riesco.
Después de 40 años al frente del local, el matrimonio traspasó el negocio y comienza la historia de la pamplonesa Paloma Sagüés Lacasa en este bar, donde lleva trabajando nueve años.
Es un local pequeño, muy osasunista con una foto dedicada por David García, donde no pueden dar menús, pero sí todo tipo de pinchos y cazelicas, incluso por encargo y también para llevar.
No obstante, la especialdad de la casa y lo que más fama tiene es su 'tortillón'. Se trata de una tortilla de patatas elaborada y presentada como una tortilla francesa que hace las delicias de los clientes.
También destacan las manitas, albóndigas, ajoarriero, pimientos de bacalao, pimiento en tiras, ensaladilla, patatas alioli, gildas y las croquetas caseras. Todo un lujo para los pamploneses y visitantes.
Paloma Sagüés ha indicado a Navarra.com la especialidad de la casa: "La comida casera con la tortilla de patata que la hacemos en el momento y que tiene mucho éxito. Tras la pandemia ponemos pinchos en la barra los jueves y viernes por la mañana. Cocinamos a diario casi todo y así está todo fresco y no hay mermas. No hay menú, solo cazuelicas".
No es un bar de copas: "El fin de semana cerramos y ahora ha cambiado todo tras el covid. Hay una clientela mucho más joven y hacemos muchos encargos para llevar a casa como doce pimientos relleno de bacalao o catorce raciones de ajoarriero", señala Paloma.
"No está la cosa para tirar cohetes sino para resistir. Ahora los viernes tenemos que cerrar para las diez y media de la noche como muy tarde porque no hay gente", comenta Paloma.
No obstante, destaca: "Aquí viene mucha gente de Osasuna como David García, Jagoba Arrasate y varios más. También de los veteranos como Echeverría. Nos va más el fútbol y Osasuna que los toros", concluye Paloma Sagüés.
Las reseñas del bar en google son muy positivas: "Confío en acabar dando esa quinta estrella a medida que pruebe algo más de este curiosillo sitio, ya solo viendo al personal me da la sensación que va estar bueno. Las manitas... La tortilla como podéis ver, para mí, en su perfecto punto, buenísima, jugosa...preparan la tortilla en el momento para la mesa y luego ya se parte. ¡Volveré!".
"De las mejores tortillas de Pamplona. Son un encanto. Los pimientos rellenos son una pasada también. Tienen límite para pagar con tarjeta, pero puedes hacer bizum! Lo malo es que el sitio es muy pequeñito y a veces no te puedes sentar, pero para mí este sitio es lo más".
"Bar castizo dónde los haya. Decoración vintage. Y entra de lleno en el top 3 de mis sitios preferidos de tortilla patata junto al de la cafetería del hotel Yoldi y La Navarra. Éste tiene un toque mínimo prácticamente inapreciable de pimiento verde, que le da un toque de distinción".
