Los patinetes eléctricos se han convertido en parte de nuestra realidad urbana. Junto a las bicicletas y peatones forman parte de de todo lo que se mueve por las aceras y calles de Pamplona y cualquier punto de Navarra.
Con su llegada, proliferan también las tiendas de arreglo y venta de patinetes eléctricos. La más reciente es Road Runner, situada en la avenida central número 10 de Barañáin, muy cerca de donde hemos conocido otros establecimientos en esta sección de comercio local.
Es el caso, por ejemplo, del restaurante Common Good que ofrece menús del día a 7,50 euros, platos a dos euros y hasta 50 platos diferentes. Está situado justo frente a la sociedad deportiva Lagunak.
El matrimonio colombiano formado por Andrea Bonilla Montoya de 38 años y su marido Jhon Henri Cuervo de 42 años son los responsables de Road Runner, un negocio especializado desde el 20 de septiembre de 2023 en la venta de patinetes eléctricos, repuestos, accesorios y servicios de reparación. Los precios de los patinetes nuevos son variados y oscilan entre 300 a 1.100 euros, dependiendo de la autonomía y los cascos de 10 a 50 euros.
"Va muy bien. Nos han acogido muy bien. Vienen a muchos arreglos. Funciona mucho la reparación de patinetes". Andrea Bonilla es la vendedora y su marido es la persona que trabaja en los arreglos y reparaciones, aunque sus profesiones son muy diferentes.
Jhon lleva ya nada menos que 25 años en Pamplona, es conductor de la Villavesa, y Andrea lleva 19 años en la capital navarra y es auxiliar de enfermería. "Yo me he cogido una excedencia", asegura Andrea.
"A mi marido le gustaba esto. En la pandemia cogió un patinete y se le dañaba y pinchaba. Lo arreglaba y le gustó. Arriesgamos y aquí estamos. Ha salido bien. Es muy diferente a lo que hacía pero vamos bien", señala Andrea Bonilla.
De momento no hay muchas tiendas de arreglo y venta de patinetes: "En Pamplona creo que hay solo cuatro tiendas pero estamos todos lejos unos de otros. Aquí en Barañáin es la única que hay. Viene gente también de Mendebaldea y vienen muchos chavales y gente joven en general".
"Los chavales entre 15 y 18 años son los que más contentos vienen porque Pamplona les viene lejos Pamplona para reparar los patinetes".
"Entregamos el patinete arreglado en no más de dos días y algo importante es que lo recogemos en casa. Si eres cliente nuestro también te podemos dejar un patinete de sustitución mientras lo arreglamos", asegura Andrea Bonilla.
"Estamos muy contentos. Yo me vine con una hermana porque allí no había trabajo y vinimos a ver que pasaba con 18 años. A ella no le gustó y se volvió a los dos años. Yo estudié auxiliar de enfermería. Me gustó la ciudad y me quedé", comenta.
"Colombia es mi país, donde yo nací, pero de Pamplona me gusta la calidad de vida y la tranquilidad. Allí no tendría la calidad de vida ni la tranquilidad para mis hijos de 9 y 6 años que es lo que yo quiero para el futuro", afirma Andrea.
"Que puedan jugar fuera y no tenga ese susto de que me los van a llevar. Yo valoro eso y lo viví allá donde tienes que estar con ellos las 24 horas Además, Pamplona es muy tranquila. Me gusta. Tiene mucha zona verde, es muy limpia y nos gusta por todo".
La gente de Barañáin les ha acogido muy bien: "Los vecinos son muy majos, muy cercanos y Pamplona nos gusta por todo". Eso sí, señala que las fiestas allí son diferentes. "Allí siempre bailas en pareja, sino se ve mal", concluye Andrea Bonilla.
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