Tiene 20 años, es de Soria y estudia Farmacia en Pamplona, pero estos días no hay fórmulas químicas en su cabeza. Lo que maneja con soltura son libros, anexos y carteles de toros durante las fiestas de San Fermín.
Jara Del Amo ha compaginado por primera vez trabajo y afición en plenas fiestas de San Fermín, atendiendo un pequeño puesto de venta junto a la entrada del Patio de Caballos de la Plaza de Toros de Pamplona.
El horario, de 12 a 14 horas, está autorizado por el Ayuntamiento de Pamplona, y no es casual: “Es cuando más gente pasa por aquí por el apartado. Se vende mucho. El día 9, por ejemplo, nos fuimos antes porque habíamos vendido todo lo que habíamos traído. Otros días vendemos poco. Depende”, cuenta. Lo cierto es que el puesto ha estado abierto cada jornada desde el arranque de las fiestas y seguirá hasta el 14 de julio.
En el stand se ofrece el libro que conmemora el centenario de la plaza, celebrado en 2022. Se vende junto a tres anexos actualizados y un póster con todos los carteles de la Feria del Toro desde 1959. Todo el conjunto se ofrece por 25 euros. “Además del libro, damos los tres anexos para que esté lo más actualizado posible, y el cartel va de regalo”, explica con soltura Jara, que se encarga también de informar y atender con cercanía a los curiosos que se acercan.
De los 2.000 ejemplares que se imprimieron hace tres años, quedan por vender unos 90 o 100. No es fácil acertar con la cantidad diaria: a veces se agotan, a veces sobran. Aun así, el ambiente compensa. “La gente es súper agradable. En la plaza estamos junto a los periodistas y se aprende un montón de cosas taurinas. Estoy muy contenta de haber venido”.
El día lo empieza trabajando y lo termina disfrutando de las fiestas: “Voy a las corridas y alguna cervecica con los amigos ya echamos. Por la noche no salgo mucho porque luego tenemos que estar aquí por la mañana”, reconoce. Este año ha estado sola en el puesto desde el día 10 tras la marcha por un asunto familiar de su compañera, María Blanco, con quien normalmente comparte la tarea.
Aunque su formación no tiene nada que ver con el mundo taurino —el próximo curso estudiará tercero de Farmacia—, su vínculo con los toros viene de lejos: “En Soria hay mucha afición. Siempre me han gustado. Los de aquí son más grandes. En Soria son más de calle, sobre todo en las fiestas de San Juan, a finales de junio”. El año pasado vivió por primera vez San Fermín y ya no ha querido perdérselo. Este año ha repetido con más implicación: “Mis padres van a venir el fin de semana a las corridas y verán el ambiente”.
Su presencia en el stand ha sido posible gracias a una persona muy vinculada al mundo taurino pamplonés, quien también le ha abierto las puertas de su casa y del tendido. “Gracias a él puedo combinar todo. Me invita a los toros y me deja dormir en su casa”, comenta con gratitud.
Ese anfitrión es Manuel Sagüés, el crítico taurino de Pamplona, autor del libro y responsable del stand, que ha colocado junto al Patio de Caballos por tercer año consecutivo. “Será el tercer y último año. Me quedan cien ejemplares y estaré firmando a todo el que quiera con mucho gusto”, ha confirmado.
Sagüés, vecino del Segundo Ensanche —vive en la calle Gorriti 22—, se ha jubilado recientemente de su labor como profesor en el Colegio Mayor Larraona, pero no de su implicación con las fiestas. “No he faltado a ningún festejo taurino en Navarra desde 1994 y hay trece ferias. Te las puedo enumerar de memoria”, asegura.
En su archivo personal conserva anécdotas imposibles, como cuando en Fitero y Cintruénigo coincidían dos corridas a la vez: “Veía los tres primeros toros en una y luego los otros tres en la otra. Era un poco trampa, pero hacía las fotos”, recuerda entre risas.