El precio del kilovatio hora de consumo en gas natural de uso doméstico cuesta más del doble en el mercado libre que en la tarifa regulada. Así lo muestra un estudio realizado por la Asociación de Consumidores de Navarra Irache, que ha comparado las ofertas de gas de cinco de las principales comercializadoras con el precio que marca ahora la tarifa regulada por la Administración.
Irache ha recibido en los últimos meses a centenares de personas que han llegado preocupadas por cómo les ha subido el recibo del gas, cuyo importe en ocasiones se ha llegado a duplicar.
De 0,049 a 0,144 euros el kilovatio hora
El precio medio del kilovatio hora de cinco de las principales empresas gasísticas es de 0,1334 euros por kW/h en los consumos que no superan los 5.000 kilovatios al año, mientras que en la tarifa de último recurso es de 0,0531 euros. Para los consumos de entre 5.000 y 15.000 kilovatios al año (buena parte de los hogares), el precio medio del mercado libre es de 0,1343 euros mientras que la tarifa regulada marca un coste de 0,0497 euros. Por tanto, para hogares sin calefacción a gas o con poco consumo la diferencia entre el coste variable de la tarifa regulada y la libre puede suponer un encarecimiento del 151% y para casas con calefacción a gas o con un consumo algo mayor, esta subida llega a 170%.
Conviene aclarar que, aunque el gas natural se consume por metros cúbicos, mediante un factor de conversión se calcula a cuántos kilovatios por hora corresponden para poder facturarlo.
En el término fijo, subidas menores, en torno a un euro al mes
En cuanto al término fijo, que no depende del consumo de gas, las diferencias son menores. El encarecimiento del coste es el 13% para consumos de menos de 5.000 kilovatios al año, pasando de pagar en la tarifa regulada 5,44 euros al mes por un precio medio en el mercado libre de 6,16 euros al mes. En cuanto a los hogares que consumen más entre 5.000 y 15.000 kilovatios al año, el precio pasa de 10,24 euros al mes en la tarifa regulada por 11,32 euros en la libre, lo que supone un encarecimiento medio de 10%.
Ofertas solo de gas, sin impuestos ni descuentos
El estudio se ha realizado analizando las tarifas solo de gas (no conjuntas de luz y gas) que cinco grandes comercializadoras tenían a principios de semana. Los precios son los que se ofrecen sin aplicar los impuestos correspondientes. El precio regulado se actualiza cada trimestre
Mientras que las tarifas del mercado libre se están viendo muy afectadas por el precio creciente del gas debido, en buena parte, a la situación internacional, en la Tarifa de Último Recurso se ha limitado esta subida. Su precio se actualiza cada tres meses y el que está ahora en vigor es válido para abril, mayo y junio.
Cualquier consumidor pueden contratar la TUR
Cualquier consumidor puede contratar la Tarifa de Último Recurso de gas. Para ello, debe contactar con alguna de las comercializadoras de referencia. Vale con que no consuma más de 50.000 kilovatios al año. En las tarifas libres, atención a las condiciones de los descuentos o servicios y a posibles permanencias Las tarifas libres, por su parte, pueden ofrecer descuentos, promociones u otros servicios añadidos. También suelen presentar tarifas más especializadas con diferentes precios por horas o tarifas planas, por ejemplo. En cualquier caso, hay que leer detenidamente el coste de estos servicios, qué ofrecen, con qué limitaciones o la duración de los descuentos y sobre qué parte de la factura se aplican. Hay que estar atento porque los contratos pueden tener compromisos de permanencia, de tal manera que, si nos queremos cambiar de compañía sin haber cumplido este tiempo, puede que nos cobren una penalización.
Meses pagando quince euros y, de repente, llega una factura de 700 euros
Además de las consultas por el precio de las facturas del gas, también llegan personas que durante meses han tenido que pagar muy poco -diez o veinte euros- y les llega una factura de cientos de euros -en algún caso ha superado los 700-.
Este tipo de situaciones suelen tener que ver con problemas o irregularidades en la lectura del contador del gas y se dan también en ocasiones al cambiar de compañía. Esta lectura debe realizarse de mes en mes o cada dos meses. Si no se puede realizar por causas ajenas al distribuidor, se puede facturar en base a una estimación, pero esta situación se deberá regularizar, al menos, al año. En este caso, la deuda podrá prorratearse y el consumidor la irá pagando mes a mes. Eso sí, si la distribuidora facturó un consumo menor por un error suyo, solo se podrá cobrar la diferencia en los seis meses últimos. Si facturó de más, deberá devolverlo en la siguiente factura. repentinamente una factura de cientos de euros -en algún caso ha superado los 700-.