La Policía Municipal de Pamplona ha detectado una nueva modalidad de robo que se está produciendo en los últimos días en la capital navarra.
Este miércoles se recibieron en dependencias municipales al menos tres denuncias distintas de intento de robo a través del mismo 'modus operandi', motivo por el que la Policía Municipal de Pamplona alerta sobre posibles nuevos casos similares, especialmente entre la población de edad avanzada, y especialmente las mujeres mayores.
La manera de robar que tienen es nueva en Pamplona, o al menos no se tiene constancia en la Policía de hechos similares y consiste en rociar con pintura de spray a sus víctimas por la espalda.
Lo hacen con sumo cuidado, evitando que la víctima en cuestión se dé cuenta, de manera que no es una gran cantidad, es una pequeña marca de color en la ropa, lo justo como para que el gancho del robo se acerque a la persona y le advierta de que se ha manchado de pintura la espalda.
Ese es el punto de partida. La descripción del gancho coincide en el caso de las tres denuncias: una mujer joven, bien vestida, pero que llevaba una mascarilla cubriéndole el rostro.
La ladrona le advierte de que lleva una mancha de pintura en la espalda y se la señala, al tiempo que se ofrece a ayudarle a limpiarla. En ese mismo momento entra en escena un hombre, también joven, que las víctimas describen como alto y bien vestido, que se identifica como pareja del gancho, y que corrobora que tiene una mancha de pintura, al tiempo que se suma las tareas de limpieza en la espalda.
Con la excusa, aprovechan para cogerle el bolso, intentar abrirlo, sustraer algo del interior, etcétera, aunque, en el caso de este miércoles en Pamplona, no consiguieron, al menos en los tres casos denunciados, robar absolutamente nada, dada la desconfianza de las víctimas elegidas, pero se desconoce si han podido robar con éxito a otras personas.
La Policía Municipal de Pamplona confirma que se trata de una pareja de delincuentes que se mueve con mucha celeridad. Los tres intentos de robo denunciados este miércoles se produjeron en puntos muy distantes de la ciudad, aunque en un lapso de tiempo muy corto. El primero de ellos fue en el barrio de Ermitagaña, el segundo en la plaza de Merindades y el tercero en la calle Abejeras.
En los tres casos las víctimas eran mujeres de edad avanzada y en los tres casos, acababan de salir de un comercio. En uno de los tres casos las cámaras de seguridad del establecimiento captaron la escena en la puerta, lo que sirvió a la Policía Municipal de Pamplona para iniciar su localización.
En cualquier caso, fuentes del cuerpo policial sostienen que lo más probable es que hoy ya no se encuentren en Pamplona, sino que hayan viajado a cualquier otra ciudad.
