Francisco Muro de Iscar

Hay muchos temas que no están en la agenda de los políticos, más preocupados de los puestos (a repartir) o de los dineros (a recaudar) que de los problemas reales.

La situación nacional y europea no permite que España pueda estar sin gobierno mucho más tiempo y excluye, desde luego, unas terceras elecciones.

Puede ser estrategia electoral, pero los partidos transmiten la sensación de que ni han aprendido ni han escuchado a los electores. 

Los resultados son tercos y las encuestas, antes o a pie de urnas, sirven para poco porque los ciudadanos no dicen la verdad o hay un voto oculto que sólo aparece en las urnas.

Que esta campaña no iba a ser como las otras, estaba claro. No han cambiado los programas ni, casi, los candidatos ni los partidos han modificado sus comportamientos o sus vetos.

La señales de alerta suenan, pero quienes deberían escuchar, no oyen.

España debería dedicar un homenaje público, oficial, multitudinario a Rafael Matesanz.

Antonio Garrigues que es un animal político apasionado por todo pero, especialmente, por este "mundo inquietante y fascinante" que estamos viviendo, no es demasiado optimista sobre las posibilidades de pactos políticos porque es consciente de que "vamos a convivir con un estamento político complicado".

Tiene razón Pedro Sánchez cuando plantea el debate sobre las pensiones como uno de los más importantes no sólo de cara a las próximas elecciones sino para las próximas décadas.

Sigo pensando que en las próximas elecciones va a haber sorpresas, pero, seguramente no tantas como para dejar un panorama despejado para formar gobierno. 

Nueve millones de personas -muchos más que los votantes del partido ganador de las últimas elecciones y, previsiblemente también de las próximas-