- martes, 06 de mayo de 2025
- Actualizado 19:03
Los que están siguiendo las negociaciones de Pedro Sánchez para tratar de formar gobierno -por cierto, sin transmisión en directo ni en diferido, es decir, como siempre- dicen que ninguno de los potenciales socios pone excesivas dificultades al acuerdo sobre el programa conjunto de Gobierno.
No sé pero tengo la impresión que ni los "viejos" ni los "nuevos" políticos nos terminan de contar lo que pasa. Es decir que al día de hoy los ciudadanos estamos en un "ay" sin saber si al final Pedro Sánchez se convierte en presidente de Gobierno o por el contrario nos convocan de nuevo a las urnas. Por lo pronto Mariano Rajoy y Pedro Sánchez se reúnen el viernes en lo que se prevé será un dialogo de sordos.
El poder es adictivo. Desde hace algunas semanas, conocidos los resultados del 20D, a partir del momento en el que Mariano Rajoy constató que no podía contar con nadie para seguir en la poltrona de La Moncloa puso en marcha una estrategia de resistencia que solo se explica en términos de adicción al poder.
Aunque la política siempre nos depara sorpresas, todo induce a pensar que las negociaciones del PSOE con Ciudadanos para que el partido que dirige Albert Rivera apoye la investidura de Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno están más cerca del teatro que de la realidad política.
Durante una de las peores épocas de la historia de España, la Guerra Civil, los nacionalistas vascos con el lehendakari Aguirre a la cabeza , pusieron en práctica lo que Sabino venía diciendo "seremos españoles hasta que consigamos debilitar España y aprovecharemos su debilidad para independizarnos" con un resultado bastante sangriento y estúpido.
Entre rueda de prensa y rueda de prensa, en las que los grandes protagonistas se han quedado reducidos a tres -Sánchez, Iglesias y Rivera, que tienen 'copado' el Congreso de los Diputados, porque el poder legislativo está en funciones, o sea, de vacaciones y de algo tiene que servir la Cámara Baja--, en el horizonte informativo nos queda, menos mal, el cine.
Susana Díaz "no ve" un gobierno de coalición con Podemos. No es la única. En realidad, ver, lo que se dice ver, nadie ve, ni se imagina, un gobierno de coalición PSOE-Podemos, esos partidos tan antitéticos pese a la percepción en contrario de Sánchez e Iglesias, que son los únicos que, impelidos por sus sedientos egos, parecen "ver" esa coalición.