La alcaldesa de la localidad, Berta Pejenaute, ha destacado la importancia del acuerdo con el objetivo de impulsar el empleo y el emprendimiento en Cadreita.
La localidad ribera permanecerá cerrada desde la noche del jueves 8 al viernes 9 de abril hasta el jueves 22 de abril y el cribado se realizará a la población de entre 30 y 75 años.
A pesar de que el dato general de Navarra indica que el paro creció un 23,6% durante el 2020 en la Comunidad foral, el empleo en la localidad ribera ha aumentado.
Los socialistas aseguraron que el acuerdo se apronó sin debate previo, aunque el informe de secretaria confirma que ningún edil quiso tomar la palabra.
Los socialistas denuncian que la regidora no permitió ninguna intervención en uno de los plenos, "vulnerando los derechos constitucionales de los ediles".
Se invertirán 50 millones de euros para la construcción de este complejo eólico que abastecerá las necesidades de consumo eléctrico de 46.500 personas.
Acusan al equipo de gobierno de municipal de ser opacos con las cuentas del consistorio, y estos contestan que el alcalde anterior les dejó una deuda de más de un millón de euros.
Los socialistas expresan que "el valor del agua de abastecimiento público que habría sido robada en los últimos años ascendería, supuestamente, a unos 5 millones de euros".
Los médicos han felicitado a la patrulla de la Policía Foral que ha llegado al domicilio y ha atendido a la mujer en un primer momento, ya que su actuación ha sido providencial.
Durante la persecución, el conductor ha intentado en varias ocasiones atropellar a agentes que intentaban cortarle el tráfico y ha generado situaciones de peligro.
El fallecido, de 41 años, acababa de salir recientemente de la cárcel y emprendió la huida cuando los agentes fueron a darle el alto en una calle de Cadreita.
Los regionalistas han tirado de costumbre sin innovación alguna para comenzar el curso político en Cadreita, con un acto deslucido y de escaso empaque.
El joven, vecino de Castejón, que ha salido ileso del accidente, fue localizado por la Policía Foral, que siguió las marcas que dejaban las llantas en la calzada.