El vizcaíno Mikel Zuloaga y la navarra Begoña Huarte han sido detenidos en el puerto de Igoumenitsa, en el noroeste de Grecia, cuando intentaban trasladar ocultos en una autocaravana a ocho refugiados con los que pretendían llegar a Euskadi.
"Desobecedemos abiertamente a los gobiernos europeos que han convertido las fronteras en espacios de muerte, detención y deshumanización para miles de personas. Mientras los gobiernos sigan vulnerando los derechos humanos e incumpliendo su raquítico cupo (de acogida de refugiados), la gente de buena fe tenemos el derecho a desobedecer trayendo a personas refugiadas y haciendo de Euskal Herria tierra de acogida", afirma en el vídeo Mikel Zuloaga.
Llegan con cuentagotas las noticias de Grecia; ocupan un lugar poco destacado en los medios y ningún partido -hablo de Podemos, naturalmente- parece que tenga muchas ganas de seguir llamando "hermano" a Tsipras y menos aún de izar junto a Syriza la bandera que iba a cambiar el rostro inhumano de una Europa tiránica y capitalista hasta la desesperación. Ya nadie habla del inefable Varufakis -ni siquiera el propio Tsipras- que ya no es más que un verso suelto atractivo pero imposible.