La hija de la víctima sorprendió a su marido, de 82 años, junto de su madre, que llevaba el pelo alborotado y el pañal descolocado, además de moratones.
La Audiencia de Navarra impone por segunda vez la misma pena por los hechos y destacan la presencia de ADN del acusado hallado en el interior de la víctima.