• viernes, 26 de abril de 2024
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COMERCIO LOCAL

Miriam cierra su tienda de ultramarinos en Pamplona después de 30 años: "Da mucha pena dejarlo"

Cierra después de treinta años: "Ya no puedo más. Todo se ha puesto insostenible y al final es trabajar para pagar servicios".

Tienda de ultramarinos en la calle Aralar de Pamplona. Navarra.com
Miriam Pirco en su tienda de ultramarinos en la calle Aralar de Pamplona. Navarra.com

Miriam Pirco, natural de Bolivia, lleva 17 años trabajando en Pamplona. Los cinco últimos en la tienda de ultramarinos "Aralar, pan y más" en la calle Aralar 39 del segundo Ensanche de la capital navarra, que lleva más de treinta años en funcionamiento.

Es un pequeño negocio que está muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en esta sección de comercio local en Pamplona.

La "tiendica", como la llama Miriam, lleva mas de 30 años en el barrio. Es una tienda de toda la vida desde que se vendía carbón y antes fue una lechería. "Me voy porque como autónoma todo se ha puesto insostenible con los costes. Es trabajar para pagar servicios", asegura.

"Da mucha pena dejarlo porque en este barrio la gente es más longeva. Es una tiendica donde vienen a por palmericas, enfocado a la gente mayor que con el covid y los años han fallecido. Ahora por economizar toda la gente va a las grandes superficies", señala Miriam.

Los productos que ofrece son todos navarros: "De Lodosa, Sesma, de aquí porque este es un barrio de mayores que comen calidad, no cantidad. Hay fruta, conservas, huevos..."

"Es un ultramarinos de toda la vida con una cámara grande. He trabajado con Zúñiga, Romero, Hortanco de Tafalla, queso de Roncal, peras de Rincón de Soto. Todo de aquí", asegura Miriam.

Su futuro lo ve complicado. "Ahora al paro. Antes estuve en hostelería y ahora tocará meter currículums". La situación familiar de Miriam es delicada: "Soy madre soltera con dos hijas. La pequeña es mayor de edad. Va a sacar segundo de bachiller y la otra ha terminado FP. Están estudiando las dos".

"Aralar, pan y más". La tienda de ultramarinos en la calle Aralar de Pamplona. Navarra.com
"Aralar, pan y más". La tienda de ultramarinos en la calle Aralar de Pamplona. Navarra.com

Miriam tiene claro que seguirá en la capital navarra: "Yo me quedo en Pamplona. Pamplona es mi casa. Irme no. De lo que sea me acomodaré. Me meteré en lo que sea".

"Pamplona es mi casa. Me gusta todo. La tranquilidad, la comodidad de estar en cinco minutos en el centro, las villavesas y la educación, que no tiene punto de comparación con mi país. No vuelvo a mi país de ninguna manera", asegura de forma rotunda.

Los clientes se lo toman con resignación: "Están muy dolidos. A dónde vamos a ir me dicen. Yo no puedo más. Estoy aquí de lunes a lunes todos los días. He cerrado los sábados porque estaba muy cansada y no recupero. Para que te de un salario no tienes vacaciones y el cuerpo se quema. Son muchas horas", explica Miriam.

"Voy a las 4 de la mañana a Mercairuña a por género y estoy yo sola. Aparco, acomodo, saco el pan, la prensa... y se me han hecho las ocho de la mañana. Esto antes lo llevaban dos personas y es más llevadero, pero ahora no se puede", afirma Miriam con tristeza.

Un cliente, Patxi, entra en la tienda y se lleva una barra de pan campesina, cuatro cebollas y una docena de huevos que le cuestan 5,30 euros: "Es que Miriam lleva cinco años y la historia es que las tiendas pequeñas lo tienen difícil. La gente joven tiene otros conceptos de compra. Antes había aquí más gente mayor. Son cambios generacionales", concluye. 


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