• miércoles, 22 de enero de 2025
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COMERCIO LOCAL

El histórico bar de Pamplona que anuncia la peor noticia en su escaparate después de 60 años

Otros bares y restaurantes de la zona como el Melbourne o el bar Chaflán también han cerrado sus puertas hace poco tiempo.

Bar El Álamo con el cartel de se vende en el segundo Ensanche de Pamplona. Navarra.com
Bar El Álamo con el cartel de se vende en el segundo Ensanche de Pamplona. Navarra.com

El bar El Álamo de Pamplona ha cerrado sus puertas después de 60 años de vida en una zona de la ciudad que se está quedando olvidada y alejada comercialmente del centro, mientras barrios nuevos multiplican sus aperturas con nuevos vecinos.

El bar El Álamo está situado en la calle Olite 29, en la misma plaza Blanca de Navarra. Muy cerca de otros establecimientos que han sido noticia en este apartado de comercio local en Pamplona.

Como es el caso, por ejemplo, de la panadería May de Guillermo y Maitane que abre casi todos los días del año, o la cafetería Coffing en la calle Aralar número 30 del segundo Ensanche.

El bar El Álamo presenta desde hace unas fechas en su escaparate la peor noticia para sus clientes, el anuncio de la venta del local. Otros locales cercanos como el bar Melbourne o el bar Chaflán también han cerrado sus puertas hace poco tiempo.

El bar El Álamo fue inaugurado en 1963. En el año 1985 se sometió a una profunda renovación y a partir de entonces se especializó en servir platos de caza como perdiz, becada, paloma y sopa de pescado.

José María Monreal Salinas estaba al cargo del mismo en 1988 y era el jefe de cocina. Contaba con tres empleados más: cocinero, ayudante de cocina y camarera, en un comedor para 35 personas.

Con el paso de los años fue cambiando de dueño. Así en 2005 participó en la semana del pincho con Kardantxa: Brioche con compota de ruibarbo, fresa y foie de la cocinera Ainhoa Casanellas Luri. 

Su otro pincho en la misma edición del concurso fue Nuestro navarrico: alcachofa de Tudela, lechezuela de cordero y espuma de espárrago de Navarra.

Después de unos años cerrado, abrió de nuevo sus puertas pocos días antes de la pandemia del Covid-19, el 3 de marzo de 2019, bajo la dirección de los venezolanos Carlos Alberto Ochoa, su mujer Yuli Martínez y su cuñado Jorge Martínez.

Una vez pasada la pandemia empezaron otra etapa de la mano de Kachopo King como restaurante asociado, una empresa de nueva creación que ofrece a la hostelería cachopos asturianos para comer en local o para llevar. 

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