Volkswagen anuncia el cierre de tres plantas en Alemania y el despido de miles de trabajadores por el alto coste de producción y el desplome de ventas de la marca en el mercado asiático, y la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, se limita a decir que está tranquila. Así lo ha reconocido en el Pleno del Parlamento de Navarra, donde ha asegurado que sigue "con tranquilidad vigilante" la crisis del gigante alemán.
"Parece ser que las noticias se circunscriben a Alemania", ha dicho la presidenta de Navarra, María Chivite, quien ha defendido la rentabilidad de la planta navarra de Volkswagen, que "se ha ganado un puesto destacado" en el grupo.
Al ser interpelada por si está su Gobierno preocupado, ha defendido que está "ocupado", especialmente en acompañar la evolución y los planes de VW Navarra, que "siguen conforme a lo previsto", con la transformación de la fábrica y con la construcción de otra (externa) para la fabricación de baterías.
El que se va fabricar en Navarra es un modelo eléctrico, el de futuro, asequible en precio y con previsibles buenas ventas, por tanto, lo que aporta buenas perspectivas a la fábrica.
Ante esto, y dado que encaja con la evolución hacia la descarbonización que también propugna el Gobierno de Navarra, Chivite ha dicho estar "preocupada por los discursos negacionistas" sobre los perjuicios de los motores de combustión.
