La Clínica Universidad de Navarra se une a la celebración del Día Mundial de la Salud con una iniciativa clave para mejorar los cuidados materno-infantiles en embarazos de riesgo. La extracción prenatal de calostro, un avance en la atención a madres con partos complejos, permite a las madres generar un banco de calostro previo al nacimiento, favoreciendo la continuidad de la lactancia materna en situaciones donde tanto la madre como el recién nacido puedan necesitar ingreso en la UCI.
Según la matrona de la Clínica, Ainhoa Gallego, la extracción manual de calostro, que debe realizarse a partir de la semana 34 de embarazo, es una medida recomendada en casos donde se prevén complicaciones durante el parto. Esta leche materna inicial, rica en proteínas, inmunoglobulinas y factores bioactivos, es fundamental para la protección inmunológica del recién nacido.
En estos casos, las madres pueden realizar la extracción diaria en casa siguiendo estrictas medidas higiénicas. El calostro extraído se conserva en el congelador y se entrega al hospital el día del parto, donde se destina a la Unidad de Neonatología.
El equipo de matronas de la Clínica Universidad de Navarra, como explica Ana Poza, también se compromete a garantizar que la lactancia materna sea exitosa, incluso en situaciones de ingreso en la UCI neonatal. La clínica ofrece un acompañamiento personalizado para asegurar que, si el agarre espontáneo no es posible, los bebés reciban el apoyo necesario sin recurrir al biberón.
En cuanto al protocolo de piel con piel, también se lleva a cabo tras una cesárea, favoreciendo el apego y la regulación de la respiración y el ritmo cardíaco del bebé. La Dra. Mónica Riaza, responsable de la UCI Pediátrica y Neonatal, resalta la importancia de este contacto desde el primer momento, incluso en el quirófano, en colaboración con el padre si la madre no puede realizarlo.
Finalmente, la Clínica Universidad de Navarra ha cerrado 2024 con una tasa de cesáreas del 20%, por debajo de la media española, lo que refleja su compromiso con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la calidad asistencial en partos complejos.