- lunes, 23 de junio de 2025
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Con el mismo once y teórico planteamiento de Anoeta el comportamiento quedó muy lejos en la primera parte, y después, al Osasuna más clásico de Jagoba, se le acumuló su mayor carencia, la falta de gol.
Me fascinan esos procesos propios de atención por los que atendemos a unas señales y a otras no, sobre todo cuando ignoramos las señales que nos cuestionan lo importante.
La revolución en el once no funcionó, ni siquiera mostró sus intenciones. Los colchoneros tomaron la iniciativa desde el inicio y humillaron a los rojillos.
La primera parte fue de Osasuna, y también un buen tramo de la segunda, que terminó con la Real acorralada. De todas formas, el empate es bueno, sobre todo por las sensaciones que deja.
Otra semana de despedidas antes de tiempo, y no puedo dejar de pensar en lo que nos gusta reconocer a posteriori, en cómo algunas muertes nos impactan y nos hacen reflexionar. También pienso en lo pronto que se nos olvidan esas reflexiones.
Ojalá no perder la compostura y no hacer ruido, ni el ridículo, como la Pasionaria, cuando toque decir adiós.
Es una teoría de la comunicación de finales de los 70 que habla de cómo condiciona e influye la opinión pública sobre los individuos, sobre cómo se priorizan unos temas y se ocultan otros, y sobre la presión de opinar contra lo que se supone como bueno. Ciencia ficción, vamos…
Si la cara, como dicen, es el espejo del alma, a partir de ahora ese espejo refleja un alma colgada de las orejas, sin apenas expresión. Un alma semejante a un bozal.
¿Ellos, que se han aplicado a conciencia al asesinato de españoles solo por ser españoles durante medio siglo, se dedican ahora a denunciar que en Estados Unidos matan a los negros por ser negros?
Cada vez que escucho esto de la nueva normalidad, me viene a la cabeza el chiste sobre Santillana del Mar, que ni es santa, ni es llana ni tiene mar. Pues eso, ni nueva, ni normal.
Urge romper con todo lo que tenga que ver con los socialistas mientras el Sanchismo continué vivo. Urge poner fin a unas relaciones que nunca debieron de proseguir desde lo ocurrido el pasado verano.
Que estas cosas puedan pasar en Irroña sin que se revuelva nadie demuestra lo desnuda que está la cuidad. Somos un vertedero moral, como el de Zaldivar, pero con calles y a lo bestia.
Después de la manifestaciones por el asesino Patxi Ruiz este fin de semana, resulta obvio una vez más que los valores de libertad, justicia y paz que Tomás Caballero defendía necesitan ser reivindicados todavía hoy en nuestra tierra.
Calamidad es una palabra con diferente significado si se aplica a personas o a situaciones. Esta semana valen ambos, porque, queridos todos, ¡qué calamidad!
No podíamos ni intuir en esa burbuja de felicidad cotidiana la que se nos venía encima, y ahora añoramos lo básico como si fuera excepcional.
Como al resto de la actividad económica, el Covid- 19 va a traer consecuencias demoledoras para el mundo del deporte. Tras la “sesentena” de confinamiento, nada volverá a ser igual en la práctica y los eventos deportivos durante un largo tiempo.
Teniendo claro que el esfuerzo de nuestras instituciones, a corto plazo, debe ser asegurar la salud de todos y, a medio plazo, dar soluciones a la hecatombe en el empleo que se ha producido, la vida seguirá su cauce, y otros asuntos, ahora paralizados, volverán a reactivarse.
Se ha ido Michael Robinson, uno de los nuestros. No quiere ser esto un obituario, que ya ha tenido muchos y bonitos, sino una carta de agradecimiento. No es fácil encontrar personas que den ejemplo de lo que dicen, Robin era uno de ellos.
Todo de una tacada: no devolver al socio los partidos sin ver, cobrarle por adelantado los que quizás no vea, impedirle renovar la asamblea a su tiempo, ningunearle de nuevo el Centenario, aumentarle en otros 1,8 millones (reconocidos) la reforma del estadio, a la vez que un recorte de sueldo a los currelas.
Desde que el presidente del Gobierno anunció su voluntad de afrontar la reconstrucción del país mediante unos nuevos Pactos de la Moncloa se ha vuelto a hablar de la Transición, es decir, del período comprendido entre el 20 de noviembre de 1975, fecha de la muerte del general Franco, y el 6 de diciembre de 1978, día en que el pueblo español refrendó por amplia mayoría la Constitución que nos permite “vivir en paz y en libertad”, según palabras de Felipe González.
¿Les suena la frase? ¿Han disfrutado de video teleconferencias profesionales? ¿Y del cole?, ¿qué me dicen?, esas fantásticas reuniones multiniño, ¿también las han disfrutado? ¿Hablamos un poco si realmente estamos preparados para que nos salve la tecnología? Pasen, por favor, pero primero apaguen los micros…
Más de 70 sacerdotes han fallecido en España víctimas de coronavirus, 10 de ellos en la Comunidad foral.
El autor expone la importancia del análisis de datos en materia de seguridad global, dicha materia engloba todo lo referente al bienestar de las personas, salud pública incluida. De la estrategia de nuestra seguridad global se encarga el Departamento de Seguridad Nacional, un departamento vital casi desconocido para la ciudadanía.
Debemos afrontar el reto de que las personas que dejen de utilizar el transporte público no se pasen al vehículo privado y hagan uso de la movilidad peatonal o ciclista.
Días tristes estos, grises, lluviosos. Días de mierda. Se ha muerto Calleja, de este virus, el primer periodista vasco al que se le hincharon las narices desde dentro del nido de la serpiente, presentando el teleberri.
Tercer borrador que empiezo esta semana. Los dos primeros enfadado, sigo enfadado, pero no vale la pena. Es mejor no hacer mala sangre por los inútiles, defino, no insulto, de siempre y ver la alegría. Lo bonito. Lo que gracias a Dios depende de nosotros y no de terceros.
El miedo a lo no tangible a lo desconocido, es el miedo líquido. Este Estado de Alarma es el escenario idóneo para quien genera noticias falsas o Fake News se encuentre en su hábitat mediático preferido.
Y como no teníamos poco nacionalismo de otro tiempo, parió la yaya batasuna también, que no se pierde un sarao tampoco si de hacer el ridículo se trata.
¿Lo conocen? He leído esta semana sobre él en un libro de Bauman, otra vez Bauman, titulado Miedo líquido. Es de 2006, para los que piensen que esto no se veía venir.
La heroicidad no consiste en no tener miedo ni dolor, si no en tener el valor suficiente para superarlo. Por eso muchos héroes lloraron esos días. Y sus lágrimas y sus miedos les hicieron aún más grandes.
Estoy harto del pico que no llega, de la curva que no se estabiliza y de la comparativa entre países que tienen más muertos. Casi tan harto de esto como de Resistiré.
En este mundo patas arriba que nos toca vivir estos días, hay cosas que no me encajan.
La de cosas que pasan mientras no podemos salir (más) de casa.
Situaciones como la que estamos viviendo excitan también la imaginación, dibujándonos escenarios aterradores o creyéndonos en el país de las maravillas. Cada cual tirará hacia donde su estado de ánimo, su objetividad, su vivencia personal o su real gana le incline.
La idea era empezar a repartir a distro y siniestro, pero creo que es mejor dar ánimos que esto será largo. Pero también animar a que lo que vivimos estos días nos caiga en saco roto.
¿Hay alguien que nos diga, de verdad, qué nos vamos a encontrar al otro lado de la salida?
Toda respuesta en estado de emergencia tiene que ser analizada y consensuada, de poco sirven en este tipo de situaciones las respuestas inmediatas sin reflexión, es por eso que se preparan los planes de emergencias.
La fábula se titula así, ¿la conocen?, esa en la que un pastor hace broma con que viene un lobo y luego nadie le cree. Esa fábula que habla de liderazgo responsable en tono infantil.