El de Murcia, no, -aunque también va a tener consecuencias su paso por los juzgados-, el otro Pedro Sánchez, el candidato al que "el aparato" socialista no quiere ni ver, pero al que muchos militantes podrían apoyar en las primarias para ganar o, cuando menos, para dar un susto de muerte a los otros candidatos.
Asegura Rita Maestre que lo que tiene el PP de Mariano Rajoy es "la unidad uniforme". Lo que, dados los resultados se ha visto en Podemos, será, entonces, la "desunión uniforme", mientras en el PSOE lo que hay debe ser "la unidad desuniforme", trufada de promesas de Susana Díaz que no acaban de concretarse, de amagos de Pedro Sánchez y de una cierta desesperación de Patxi López que tiene que combatir al que apoyaba antes porque no puede atacar a la que aún no se ha presentado.
Mientras rezamos para que los americanos no se vuelvan locos y elijan a Donald Trump para gobernar Estados Unidos y el mundo -aunque ni Estados Unidos ni el mundo son ya lo que eran- al reconfirmado ministro de Educación, Méndez de Vigo, le espera un arduo trabajo para conseguir el imprescindible -y casi imposible, Pacto por la Educación.
Tras la dimisión de Pedro Sánchez, en un Comité Federal que lamentablemente pasará a la historia del partido, el PSOE no ha resuelto el problema que causó la crisis y sigue enfrentado a la gran cuestión inmediata de la política española: dejar que gobierne Rajoy, que es como dispararse un tiro en el pie, o dar paso a unas nuevas elecciones, que sería dispararse un tiro en la cabeza.
No tendremos Presupuestos para 2017, no cumpliremos el objetivo de reducir el déficit fijado por Bruselas, es posible que no se pueda subir el salario mínimo ni las pensiones ni acometer ninguna de las reformas imprescindibles... pero nuestros diputados hacen cuestión de gabinete de si el ministro De Guindos acude a la Comisión de Economía en lugar de hacerlo al Pleno para explicar las sinrazones del error en la designación de otro ex ministro Soria para un alto cargo en un organismo internacional.
Si las tuvieran que pasar los políticos, a lo mejor nos evitábamos muchos de los problemas que tenemos. ¿Cuántos suspenderían? No me refiero a la reválida de los pactos, que suspenden todos hasta ahora, sino a las que implantó la LOMCE y que el próximo junio tendrán que pasar medio millón de estudiantes de 4º de ESO y de 2º de Bachillerato.
Parece que, por fin, entre Rajoy y Rivera, entre el partido Popular y Ciudadanos hay una débil línea de colaboración. Al menos, hablan, que sería lo mínimo que hay que exigir a los representantes electos de los ciudadanos, pero que, como hemos comprobado, algunos no están dispuestos a aceptar bajo ningún concepto.
Cuando aquí andamos perdidos en las míseras querellas internas que impiden formar un Gobierno o con los intentos desesperados de los políticos de todo signo de no hacer aquello para lo que fueron elegidos, y en pleno momento de ocio y descanso, en Cracovia, millón y medio de jóvenes han acudido a la Jornada Mundial de la Juventud donde lo que escuchan y lo que ven es todo lo contrario.
Antonio Garrigues que es un animal político apasionado por todo pero, especialmente, por este "mundo inquietante y fascinante" que estamos viviendo, no es demasiado optimista sobre las posibilidades de pactos políticos porque es consciente de que "vamos a convivir con un estamento político complicado".
Iglesias y Sánchez han realizado la escena del sofá, pero eso no garantiza que pueda haber un Gobierno a la vista porque aunque Pablo Iglesias haya hecho ostentación de estar dispuesto "a no ser vicepresidente" -pero, hombre, ¿no decíamos que el hambre de cargos era un mal de la casta?- si eso impide un acuerdo de progreso y de cambio, hay muchos problemas de fondo por resolver.