- lunes, 21 de abril de 2025
- Actualizado 12:51
Los sociólogos están tan preocupados como los equipos de campaña de los partidos: ni unos ni otros saben lo que va a votar ese porcentaje de indecisos que las encuestas sitúan nada menos que entre el 24 y el 40 por ciento, y unos y otros saben que los votos no están en los programas -lamentablemente- ni en los mítines, sino en las televisiones, que es el nuevo campo de juego de la campaña electoral.
Lo más usual en las crónicas de los sucesivos aniversarios de la Constitución, y este domingo celebrábamos el que hace el número 37, es el balance de los presentes y de los ausentes, la narración de lo que se dijo en los corrillos con los 'importantes' y el recuento de los que se muestran, en público o en privado, a favor o en contra de la reforma de la ley fundamental.
Así que llega el tiempo de comicios y escucho a los políticos prometer la Luna -desde bajar los impuestos a reducir la Administración del Estado, suprimir las diputaciones o liquidar el Senado- me viene a la memoria aquél verso inmortal de poeta romano Horacio: "Carpe diem, quam minimun credula postero. Vive el día de hoy. No te fíes del incierto mañana".