Entrar en la sala de facturación de un aeropuerto con una maleta repleta de explosivos, adentrarse entre la multitud, apretar con sangre fría el detonador y provocar una masacre de ciudadanos inocentes es el último paso de un proceso psicológico y social que empieza mucho antes.
- miércoles, 17 de diciembre de 2025
- Actualizado 19:34