La frutería Azahar de Sarriguren ha tomado un nuevo impulso desde hace pocas semanas con la llegada de la boliviana Laura Rosy Zambrana, que se ha hecho cargo del negocio que regentaba Luis Sotelo y que abrió sus puertas en el año 2007.
La frutería Azahar está situada en la calle Nacedero del Urederra número 2 en la localidad de Sarriguren, muy cercana a Pamplona, donde otros establecimientos han sido noticia en este apartado de comercio local.
Como es el caso, por ejemplo, de la tienda de arreglos de ropa de Freddy Ayala, o la pescadería Aitona que ha unido a una madre y a su hija, Raquel y Edurne, en el mismo comercio.
Laura Rosy Zambrana es una boliviana de solo 25 años que lleva diez en Pamplona: "Desde el 11 de noviembre soy la nueva dueña del local. Mis padres son fruteros en Ermitagaña (frutería Domi) y he trabajado tres años con ellos. "Mis padres, Domingo y Domitila, llevan ya seis años en su frutería y les va muy bien".
"Se me dio la oportunidad de coger esta tienda que funciona bien y a ver qué tal va". En su nuevo destino asegura estar "muy contenta". El barrio "me ha aceptado bastante bien, con gente joven muy maja. Se ve que aquí aprecian la calidad del producto".
Laura se levanta muy pronto para trabajar: "De media a las cinco o cinco y media de la mañana. Ya estoy acostumbrada y voy todos los días a por la fruta para ver la calidad y el precio".
"Tengo los mismos productos que tenía el anterior dueño, que eran solo en plan gourmet, y he traído más variedad en plan precio más económico, precio mediano y gourmet".
Además, destaca que venden verdura limpia al vacío "que la pelamos nosotros a mano sin conservantes y lo envasamos. Es un producto especial para ahorrar tiempo a los clientes", explica Laura.
Tiene frutas y verduras de Navarra "como las nueces que son de Arizala (Navarra), cardo y alcachofa de Tudela. Intento tener producto nacional de temporada que es el que gusta comprar".
De momento está ella sola trabajando en la frutería: "Si va esto bien quizá contrate a otra persona. Mi madre me ayuda algunas tardes a echarme algún cable a limpiar la verdura que a mi me cuesta más". comenta Laura.
Insiste en dar gracias al barrio y a todas las personas que comprar en su frutería: "Estoy muy contenta. Las clientas me han dado la bienvenida". Está muy feliz en la ciudad: "El barrio es limpio, tranquilo, con gente joven".
En estos diez años en Pamplona "no he regresado a mi país. No se ha dado la oportunidad. Hay que trabajar duro y sacar esto adelante. Solo tengo allí a mis abuelos que son los que vienen aquí alguna vez", concluye Laura.
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