COMERCIO LOCAL
Abre en Pamplona una nueva coctelería en un local histórico en pleno centro de la ciudad
En la nueva coctelería se pueden degustar cócteles de autor ambientados en los viajes que realizaba el escritor Hemingway.
En la nueva coctelería se pueden degustar cócteles de autor ambientados en los viajes que realizaba el escritor Hemingway.
El local del Rincón de Hemingway en la Plaza del Castillo ha recuperado su vida y ahora, es un lugar donde disfrutar de los mejores cócteles de autor mientras uno se mete de lleno en la historia del escritor estadounidense que tanta huella dejó por el mundo.
Javier Isasi y Camilo Ríos han sido los encargados de devolver la vida a este local que tiene casi 150 años de historia. Su especialidad, los cócteles de autor creados con mucho cuidado y fusionando sabores nuevos. "Queríamos abrir una coctelería en Pamplona, que no hay y que fuera más clásica. Encontramos este local y era el sitio perfecto", detalla el coctelero Javier Isasi.
El Rincón de Hemingway, por su historia, es uno de los sitios más exclusivos de la ciudad. Por dentro, sigue teniendo la misma decoración y elementos antiguos que trasladan a la época donde Hemingway disfrutaba de sus bebidas.
El lugar pertenece al Café Iruña y se puede entrar tanto desde el bar como del propio local. "Aquí no podía entrar cualquier negocio, nuestra idea les pareció innovadora ahora que la ciudad está creciendo gastronómicamente", cuenta Camilo Ríos. Antes de darles el sí, estuvieron analizando la trayectoria de los dos cocteleros y su experiencia.
Ambos han realizado el Curso de Experto de Coctelería en el Basque Culinary Center y han trabajado en numerosos lugares de categoría. El navarro Javier Isasi, de 26 años, estuvo en la Bad Company, una de las coctelerías más famosas de Madrid además de en el Hotel Zenit en San Sebastián nutriéndose de experiencia.
Por su parte, Camilo Ríos, de 35 años, es de Colombia y lleva toda una vida viviendo en Pamplona, ha trabajado en Londres, en el Hotel Akelarre en San Sebastián o incluso como Sumiller en el restaurante Alhambra.
Así las cosas, Javier y Camilo, ambos amantes de la coctelería, se lanzaron a reabrir el Rincón de Hemingway, que lo abrieron el sábado 30 de septiembre y la reapertura ha tenido muy buena acogida. "El local ya tiene alma y un storytelling. Estamos en un sitio espectacular y queremos dar un servicio de calidad cuidando a los clientes y sin música a todo volumen", destacan.
El local es amplio y al entrar hay unas escaleras que suben a un espacio acogedor y pequeño donde te sumerge en la historia del lugar. Nada más ir a la barra, una escultura a tamaño real de Hemingway recibe a los visitantes.
La carta de cócteles es también diferente y en ella se refleja un mapa del mundo donde se señala los lugares donde Hemingway dejó huella. Cada sitio, es un cóctel creado por Javier y Camilo y con guiño al país en cuestión y los destilados que tomaba el escritor. Por ejemplo, el cóctel de París contiene cognac, St-Germain, lemongrass y té azul wakame.
El único cóctel que no ha sido creado por ellos es el Hemingway Daiquiri, uno de los más conocidos del mundo ya que era el favorito del escritor estadounidense. Lleva ron, cereza marrasquino, lima, azúcar y pomelo.
En la carta también hay un guiño a Pamplona con el Caravinagre, un cóctel de brandy, shrub de frutos rojos, hibiscus y pacharán. "Hay quienes ya se han puesto el reto de dar la vuelta al mundo y probar todos los cócteles", señala Camilo.
Todos los cócteles son servidos en una vajilla diferente y acorde a la temática de la bebida. Incluso, hay algunos productos que exclusivamente los hacen para ellos, como los tés que aparecen en algunos cócteles.
En el Rincón de Hemingway también ofrecen cócteles clásicos, sin alcohol u otras bebidas como refrescos o cafés. "No hemos puesto en la carta todos los cócteles, pero si alguien nos pide uno que no aparece, lo podemos hacer".
Abren de miércoles a domingo a las 17 horas, miércoles, jueves y domingos cierran a las 00 horas, los viernes a la 1 de la madrugada y los sábados a las 2. "Desde que abrimos el sábado ha venido gente de todas las edades y perfiles, a todo el mundo le gusta este lugar y hay quienes nunca han tenido la oportunidad de probar un buen cóctel", señalan.
Aunque han comenzado hace poco, los dos cocteleros están ilusionados con esta nueva andadura. "Lo mejor de ser cocteleros es poder experimentar con sabores, enlazar diferentes productos y maridarlos con otras cosas. Lo mejor es dar a la gente opciones diferentes aparte de lo clásico", coinciden Javier y Camilo.