El árbitro donostiarra Emilio Carlos Guruceta Muro falleció en un accidente de tráfico cuando viajaba para pitar ese mismo día, miércoles 25 de febrero de 1987, por la noche el partido Osasuna - Real Madrid de cuartos de final de la Copa del Rey en Pamplona.
Rojillos y madridistas buscan este sábado 6 de mayo el triunfo en el estadio sevillano de La Cartuja, después de que los de Jagoba Arrasate hayan eliminado a tres equipos de primera división: Real Betis, Sevilla y Athletic Club.
Guruceta Muro viajaba en un vehículo de la marca BMW junto a dos de sus compañeros, Eduardo Vidal Torres y Antonio Coves Antón, desde Elche hacia Pamplona por la autopista A-2 para dirigir el encuentro de Copa del Rey entre Osasuna y Real Madrid.
El propio Guruceta había quedado para comer en el restaurante Las Pocholas de Pamplona con algunos amigos y le había enviado un telegrama al presidente del comité navarro de árbitros, Ricardo Ruano, informándole de su llegada.
A su paso por Fraga (Huesca) sufrieron un choque frontal con un camión a consecuencia de la gran cantidad de agua que había en el asfalto. Los ocupantes de los asientos delanteros, Guruceta y Vidal, un juez de línea, murieron en el acto a la edad de 45 y 30 años respectivamente mientras que Antonio Coves pudo salir indemne del accidente.
Al parecer, se disponían a efectuar un adelantamiento cuando se encontró con un bache de agua que desplazó el vehículo violentamente contra un camión parado y señalizado junto al arcén, girando varias veces sobre sí mismo, según declaraciones de Antonio Coves superviviente del siniestro.
Guruceta había sufrido ya un accidente de tráfico el 24 de junio de 1978, en el que resultó herido de gravedad al chocar su automóvil, frontalmente, contra otro en la localidad leonesa de Mansilla de las Múlas. Además, había perdido a su hermano Gabriel en otro accidente de tráfico.
La noticia del fallecimiento se conoció al mediodía en Pamplona. Durante toda la tarde surgió la incógnita de si se jugaría el partido o no con todas las entradas vendidas, pero la RFEF no se atrevió a suspenderlo y llamó al colegiado aragonés Pes Pérez para que acudiera al partido.
El presidente del Real Madrid, Ramón Mendoza, aseguró antes del partido en Pamplona: "Personalmente yo, y oficialmente el Madrid, mantenemos la postura de no jugar el encuentro por razones de sensibilidad ética, humana y de respeto. Ha muerto un deportista y es trágico tener que jugar en estas circunstancias".
El presidente de Osasuna, Fermín Ezcurra, aseguró que tenía muy buena relación con Guruceta y que él no podía suspender el partido: "Le apreciaba mucho porque era un hombre íntegro y un árbitro de garantía. Éramos amigos personales", afirmó.
El Real Madrid se impuso (1-2) en un partido donde solo hubo un minuto de silencio por Guruceta. El encuentro fue bronco y con incidentes en un estadio de El Sadar lleno con 26.000 espectadores. Valdano adelantó a los visitantes en el minuto 15, Patxi Rípodas igualó en el minuto 47 y Hugo Sánchez marcó el 1-2 en el minuto 54.
El acta oficial del partido, Pes Pérez recogió algunos incidentes: "En el minuto 27 y cuando el jugador número 1 deI Real Madrid (Buyo) se disponía a efectuar el saque de puerta cayeron objetos como manzanas, naranjas, bocadillos, monedas y bolas de papel de aluminio alcanzando a dicho juga dor algún objeto".
Pedro Mari Zabalza alineó a este once titular: Unzué, De Luis, Castañeda, Lecumberri, Ibáñez, Rípodas, Lumbreras, Bustingorri, Goicoechea, Robinson y Martín. Tras el descanso también jugaron Miguel Sola y Orejuela.
Por el Real Madrid jugaron: Buyo, Chendo, Salguero, Solana, Sanchís, Michel, Gallego, Gordillo, Juanito, Hugo Sánchez y Valdano. En el tramo final del partido jugaron también Mino y Martín Vázquez.
Las escasas opciones rojillas de seguir en la Copa desaparecieron en el encuentro de vuelta con una nueva derrota (4-1) el 12 de marzo de 1987 en el estadio Bernabéu, donde Zabalza alineó a un equipo con bastante suplentes.
