"El territorio más malditamente salvaje de los Pirineos", escribió Ernest Hemingway a su paso por el pueblo de Burguete en Navarra. Un lugar que nació por y para el Camino de Santiago y que se encuentra en un privilegiado lugar por su naturaleza.
Burguete se encuentra a 40 kilómetros de Pamplona y es el último pueblo antes de llegar a Roncesvalles. Para llegar a Burguete hay que pasar por otros pueblos fascinantes como Erro, Viscarret o Espinal.
Esta localidad navarra es un pueblo-calle que da servicio a los miles de peregrinos que realizan todos los años el Camino de Santiago. Se encuentra en pleno Pirineo, bajo el puerto de Ibañeta, y por eso, cuenta con unos paisajes increíbles en cualquier estación del año.
A Burguete merece la pena ir con pausa y adentrándose en el ambiente del pueblo. Contiene casas señoriales, algunas del siglo XVIII que fueron reconstruidas tras la guerra de la Convención francesa. Sus tejados a cuatro aguas hacen también que la estampa de esta localidad sea única y diferente. En el centro, se encuentran la iglesia, el ayuntamiento y el frontón.
La localidad nació como burgo del hospital de Roncesvalles y por eso se remonta al siglo XII. Sancho el Fuerte reorganizó el Camino de Santiago en Navarra conduciéndolo por el puerto de Ibañeta. Su fundación data en el año 1100 cuando se asentaron comerciantes y burgueses y se crearon albergues.
En 1794, por la guerra de la Convención, hubo un incendio que provocó un incendio por lo que Burguete tuvo que ser reconstruido. Por ejemplo, la iglesia de San Nicolás de Bari fue edificada en el Renacimiento y fue sometida a dos reconstrucciones.
Un poco más a las afueras de Burguete pasa el río Urrobi entre álamos, fresos y avellanos dejando un paisaje digno de ver. Además, Burguete también conserva antiguas tradiciones como las hogueras de San Juan, que tienen un gran arraigo en el pueblo.
Además, en Burguete puedes tener una experiencia completa y disfrutar de la mejor gastronomía navarra. En el Restaurante-Asador Aritza encontrarás productos de temporada y un sabor tradicional.
Este restaurante asador se encuentra en mitad del pueblo y puedes pedir entre decenas de platos como pochas, chorizo a la sidra, piquillos guisados o espárragos de navarra como entrantes. Sus platos más solicitados son los asados y cuenta con chuletón de vaca o ternera, costillas de cordero, solomillo o bacalao y pulpo de pescado.
Para culminar el suculento menú, los postres son totalmente caseros y hay desde la tarta de queso hasta la cuajada, entre otros. Aunque todos los platos mencionados son solo una pequeña parte del manjar gastronómico escondido en Burguete. Todo acompañado con bebidas como sidra o vino.
Tras disfrutar de una buena comida en este asador, todavía puedes visitar más cosas como el puente medieval románico de un solo arco que se encuentra a 100 metros de la carretera N-140 hacia Garralda. También el dolmen y túmulo prehistórico de Lindus, a varios kilómetros al norte en el límite con Valcarlos.
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