Un gol en propia puerta de Unai García, al sufrir un resbalón, provocó el 3-2 en el minuto 70 y facilitó la remontada del conjunto insular en el estadio de Gran Canaria.
Los goles de Soriano, Soldado y dos de Santos Borré dejan en evidencia a un pobrísimo Osasuna, que solo pudo marcar de penalti por medio de Roberto Torres.
El equipo de Vasiljevic no ofrece síntomas de recuperación ante el Espanyol, está a nueve puntos de la permanencia y acumula dieciseis jornadas sin ganar.
Los rojillos han tratado de dar la cara, especialmente en la segunda parte, pero dos goles en el esprint final les hacen caer con estrépito en Balaídos.