• jueves, 19 de junio de 2025
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Opinión

El Partido Popular, que desde el veinte de diciembre lleva repitiendo en su machacón argumentario la necesidad de un Gobierno que respete la unidad de España, la Constitución y la estabilidad económica, tiene la solución al alcance de su mano.

El rey inicia desde hoy una segunda ronda de contactos con representantes de los partidos para proponer al Congreso de los Diputados un candidato que se someta a la investidura.

Al revés que en otros países europeos o en Estados Unidos, donde es un género muy frecuente, en España no es corriente que los personajes públicos escriban sus memorias en vida.

Ya nadie se echa las manos a la cabeza por el enésimo episodio de inmoralidad en la vida pública. Hemos convivido demasiado tiempo con la corrupción sin que se tambalease el sistema, a pesar de la insufrible persistencia del fenómeno. Ahora ya estamos vacunados contra el estupor.

La Loche, una pequeña comunidad del norte de Canadá, ha saltado a las portadas internacionales por ser el lugar elegido por un joven para abrir fuego contra los estudiantes del centro de secundaria de la localidad, con el resultado de cuatro muertos y varios heridos. 

cosa se complica. Mariano Rajoy está agazapado esperando que  los notables del PSOE frenen los planes de Pedro Sánchez para pactar con Podemos. Sánchez, por su parte, confía en poder convencer a los suyos acerca de las ventajas de residir en La Moncloa y repartir poder. 

En plena vorágine de la historia de la investidura y tras la muy reciente imputación del PP como partido por corrupción, irrumpe la Operación Taula en la Comunidad Valenciana, que de momento cosecha cerca de 30 detenidos, naturalmente también por presuntos delitos relacionados con la corrupción suprema.

Mientras Pablo Iglesias siembra cizaña para acogotar a Pedro Sánchez diciéndole que no sea un rehén de la vieja guardia de su partido, en el seno del PSOE cunde la desazón y el desconcierto. 

Tan claro como notorio es el posicionamiento antitaurino del equipo de gobierno del ayuntamiento de Madrid, que con Carmena al frente, no duda en saltarse la Ley “a la torera”.

Tras el Consejo Político del pasado viernes en Tudela, crecen las sospechas de que Javier Esparza quiere llegar al Congreso de UPN con el Partido en estado de coma emocional, la mejor manera de asegurarse la reelección.

Una poda “de copa”, clareando en el árbol de la izquierda política nacional y usando como herramienta, entre otras, una altuna cortarramas para clarear en las alturas: el novísimo “patxilopezeo”.

Han pasado treinta y seis días desde la celebración de las elecciones generales y la impresión que tiene la ciudadanía es que ha sido un tiempo perdido, fundamentalmente por parte de los actores principales de ese escenario tan complicado que dibujó el resultado de las urnas. 

Para terremoto, el que se ha sentido a las 5,22 de la madrugada del lunes en el sur de Andalucía: 6,3 grados en la escala de Richter.

1.-Ya lo he escrito en otra ocasión: en la noche del 20 de diciembre tanto Mariano Rajoy como Pedro Sánchez deberían de haber tenido el "gesto" de presentar su dimisión independientemente de que sus respectivos partidos se la hubiesen aceptado o no.

Pedro Sánchez parece seguir siendo incapaz de comprender que el objetivo esencial de Podemos es reducir a escombros al PSOE utilizándolo a él y a sus ansias, su "ansia viva" de Moncloa como martillo de demolición.

Desde el sentido común, el no apasionamiento, la creencia más o menos firme -sólo más o menos- de que todos deben pensar que lo mejor para el país es la solución que ofrecen y de que les importa más el conjunto de los ciudadanos que sus propias vanidades, desde todos esos puntos de vista, no resulta nada fácil entender qué está pasando y cuál es el futuro que nos espera.

En España, los resultados electorales del 20-D han propiciado el establecimiento de una política espectáculo, en un show televisado en directo y continuo donde sus participantes no piensan en la solución de los problemas de los ciudadanos sino en el ranking que pretenden en sus apariciones públicas.

Leo que algunos constitucionalistas critican al Rey por convocar, tras la renuncia de Rajoy a ser investido ahora, una segunda ronda de consultas en busca de una solución para formar un Gobierno estable para España, que evite la repetición de las elecciones, algo que es visto como una catástrofe por todos. Menos, dicen algunas lenguas de doble filo, por uno (sí, Podemos).

Arranca la segunda vuelta en la que Osasuna entra en una nueva dimensión. La primera prueba ante la Llagostera la superó con nota. El ‘pero’ lo puso el rival, que ni perdiendo supo tirar a puerta.

Goyo. Veintiún años sin él. Muchos me dicen que estos años han pasado como un suspiro. Quizá acierten. A éste menda, sin Gregorio, la política se le hace eternidad.

El paso por Zarzuela de los líderes con mayor facturación en las urnas del 20 de diciembre y el consiguiente encargo de formar Gobierno

El caso de la maestra, pensionista jubilada de Ossa de Montiel (Albacete), sancionada por Hacienda a pagar una multa de 23.000 euros

Y venga declina, y venga declinar todo el mundo estas semanas. Creo que desde mis tiempos de BUP y COU donde arrastré Latín como un ceporro no había oído hablar tantas veces seguidas de declinar.

Los analistas políticos no dejamos de comentar sobre el PSOE, Podemos, el PP, pero apenas ponemos el foco en Izquierda Unida, y sin embargo en estos días se está cocinando el futuro de esta formación de izquierdas.

Escucho la estupefaciente teoría de que, ante la falta de apoyos, el Rey no invitará a Rajoy, cabeza de la lista más votada, a intentar ser investido presidente del Gobierno.

Se tenía tan asumido que el Congreso de los Diputados era poco más que un elemento decorativo, parte del atrezo de una democracia supuesta más que real, o bien un sitio donde 350 ciudadanos hallaban una confortable y bien remunerada colocación, que el descubrimiento de que puede y debe servir para otra cosa, para hacer política sin ir más lejos, se interpreta por algunos como un anuncio del Apocalipsis, y ello sin necesidad de que el profeta Elías, el anunciador oficial, haya obtenido el acta de diputado.

La gente está preocupada. ¿Qué va a pasar? ¿Quién va a gobernar? Nunca tanta gente me ha parado por la calle preguntando por la situación.

En los conciliábulos madrileños ya empiezan a dar por hecho que Pedro Sánchez puede ser presidente de gobierno. Y no porque lo diga Albert Rivera, sino porque su empeño y ambición desbordan cualquier previsión.

Creíamos que la corrupción iba a ser una cosa puntual, que afectaba solo a unos cuantos sinvergüenzas de algunos partidos políticos, pero esto no para y lo último que hemos conocido es que Veintiocho tenistas, 16 en el Top 50 del mundo, son sospechosos de arreglar partidos.

Desde 1889, el artículo 3 del Código civil establece que, “los actos realizados al amparo del texto de una norma que persigan un resultado prohibido o contrario al ordenamiento jurídico se considerarán ejecutados en fraude de ley y no impedirán la debida aplicación de la norma que se hubiere tratado de eludir”.

El FMI acaba de hacer públicas sus nuevas previsiones y hay que decir, una vez más, que son sorprendentes. Estima el organismo que la economía española crecerá este año 2 décimas más de lo que había previsto en su anterior informe. 

Mientras el Rey continúa recibiendo a los líderes políticos para después encargar la formación de Gobierno,

El ciudadano Mariano Rajoy está decidido a seguir al frente del Partido Popular y como candidato repetir legislatura en La Moncloa. Su alegato es simple: el PP ha sido la lista más votada.

Desde la misma noche electoral del pasado 20-D, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, fue consciente que su futuro político pasaba por intentar ser el próximo Presidente del Gobierno.

Un encuesta de Metroscopia, publicada este fin de semana por el diario El País, viene a elevar a categoría de realidad la percepción de los analistas políticos sobre el futuro del PSOE si se repitieran elecciones.

Dos personas tan lúcidas como Miquel Iceta (PSC), en el campo de la política, y Juan José Toharia, en el de las Ciencias Sociales, se sumaron este fin de semana al coro de voces que claman por un diálogo eficiente entre los partidos políticos ante el reto de la inestabilidad, cuya expresión más visible, aquí y ahora, sería una repetición de las elecciones generales por falta de entendimiento en el intento de formar una mayoría de gobierno para la incierta Legislatura que acaba de nacer.